Es perfectamente comprensible el entusiasmo de los fans de
la aventura, el género de superhéroes, la acción y, por supuesto, los fans de
los comics de Marvel ante la llegada de Los Vengadores.
Joss Whedon filma con notable pericia un espectáculo visual
apabullante, en el que el director demuestra el porqué de su bien ganada fama
de autor de culto (y eso que en cine sólo ha filmado una película previa a
ésta). Whedon es un artista, sin más. Es él quien otorga a la película de una
épica muy clara, de momentos de envergadura, de emoción (ese encadenado de
imágenes de todos los Vengadores preparándose para la batalla final) y por
supuesto de un brío y una elegancia indiscutibles en las apabullantes escenas
de acción. Mención especial para el departamento de efectos visuales, que logra
unos planos de impresión, con fondos digitales que son el mejor amigo de Whedon.
En cierto modo, es verdad verdadera que, dentro de que es lo mismo de siempre,
pues es probablemente lo mejor que se ha visto en mucho, muchísimo tiempo.
Sin embargo, la película tarda en arrancar, y hasta que se
asienta y todos los Vengadores se reúnen, el ritmo es demasiado lento, y los
minutos de la primera hora se hacen eternos. Y efectivamente, aunque sea sin
duda la mejor de las películas típicas de superhéroes, sigue siendo lo mismo. O
será que, para esta humilde persona, cuando mejores son las películas de
superhéroes es cuando menos parecen películas de superhéroes. Al fin y al cabo,
los Batman de Christopher Nolan son las obras maestras que son porque presentan
un superhéroe en un mundo muy real luchado contra villanos de carne y hueso, y
porque es más un thriller negro que otra cosa. El gran acierto de los X-Men de
Bryan Singer y Matthew Vaughn fue mezclar la historia de los mutantes con la
propia de EEUU. , aunque la batalla final es simplemente espectacular, la cosa
ganaría impacto si no fuera porque ya hemos visto Nueva York destruida en otras
cincuenta películas previas (sin ir más lejos, ese climax final recuerda
enormemente al de Transformers 3).
Entre los actores, destacar esa mirada tan interesante que
tiene Jeremy Renner, que igual le sirve para hacer de héroe que de villano.
Scarlett Johansson hace la que es quizás su mejor interpretación de los últimos
años, pero sigue lejos, muy lejos de lo que fue hace diez años, y está claro
que ha enterrado bien enterrada a esa actriz que dejaba maravillados a los
críticos en Lost in Translation y La joven de la perla. Chris Evans y Chris
Hemsworth lo tienen todo hecho con el físico que se gastan, pero es de
agradecer la mucha entrega y la energía que le dan a sus personajes. Y Robert
Downey Jr… carisma y atractivo le sobra, pero empieza a cansar que, se llame su
personaje Sherlock Holmes o Tony Stark, siempre parezca interpretarse a sí
mismo.
Pero aunque no es una película perfecta, qué duda cabe
de que Los Vengadores es una película con épica, con pasión, puro entretenimiento
y espectáculo, que va a apasionar a los fans de estos personajes. Bienvenida
sea y a disfrutarla.
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