Se ha dicho hasta la saciedad. El propio J.J. Abrams nunca lo ha negado. Super 8 es un homenaje clarísimo al cine de Steven Spielberg, y en especial al que hizo a principios de los ochenta. En realidad, es un homenaje a toda una década, los 80, y al estilo de cine que se hacía en aquella época. Un cine lleno de valores y reflexiones familiares, melodramático, emotivo, sincero.... y también espectacular, adrenalítico e incluso aterrador por momentos.
Porque Super 8 tiene momentos de la mejor tradición monster movie (sin ir más lejos, con frecuencia suele recordar a la brillante Cloverfield, que Matt Reeves dirigió bajo la sabia batuta de Abrams). Es entretenimiento puro, sobre todo en su tercio final. Y es un espectáculo visual de primer orden, por sus efectos visuales (impactantes en el descarrilamiento del tren, ya una escena icónica del género de ciencia-ficción) y porque Abrams no sólo es el heredero de Spielberg por la clase de cine que hace, sino porque su elegancia con la cámara sólo puede compararse a la del Rey Midas.
Pero donde verdaderamente triunfa Super 8 es en el aspecto más emocional del relato, aquel que habla de la amistad, las primeras punzadas de la adolescencia, el descubrimiento del amor, la relación entre padres e hijos y la pérdida de la inocencia infantil. A la película no le cuesta ningún esfuerzo conmover el corazón del espectador con la historia de Joe, sus amigos y sus padres, y éso es así en gran parte gracias a unos actores (sobre todo los jóvenes protagonistas) extraordinarios. Muy especialmente hay que destacar a la... llamémosle pareja protagonista, Joel Courtney y Elle Fanning. Él, porque con sólo 15 años, ya hace lo más difícil de actuar, que es resultar elocuente sin palabras, sólo con los ojos y el cuerpo. Y ella porque a poco que escoja bien sus papeles (y no caiga en sagas tipo Crepúsculo.... como su hermana Dakota) va a ser una estrella. Sin más.
Si se le puede encontrar un fallo a la película es en la resolución de la trama fantástica, que carece de toda lógica y verosimilitud, pero es un mal menor. Lo que importa es que Super 8, en lo que realmente deseaba triunfar, triunfa.
No hay extraterrestre volando en bicicleta sobre la luna, pero con J.J. Abrams es un placer recordar un cine que ya no se hace, y que remite directamente a Spielberg, Steven Spielberg.
Lo mejor: Joel Courtney, Elle Fanning, J.J. Abrams, y los aspectos emocionales del relato.
Lo peor: El final hay que cogerlo con pinzas, ciertamente.....
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