domingo, 13 de octubre de 2013

Mud (Jeff Nichols, 2013)


Jeff Nichols va para genio. Confirmado.
Después de una casi obra maestra como Take Shelter, el realizador norteamericana nos regala otra película que se queda muy cerca del sobresaliente absoluto. Mud es una delicia, una película brillante llena de diálogos cuidadísimos y apabullantes, como los del drama apocalíptico con Michael Shannon, una bella historia de amor y sobre todo un mensaje en favor de la amistad y un retrato del paso de la niñez a la madurez absolutamente inolvidable. Suena a Cuenta conmigo, a Super 8, a Los Goonies incluso, suena a los 80 y su nostalgia y encanto, y eso es una buenísima noticia siempre. Y tiene una historia fascinante desde el minuto uno. Nichols escribe tan bien y con tanta elegancia que es imposible no simpatizar con ese Mud al que interpreta magistralmente un Matthew McConaughey que va a resultar que, como Bradley Cooper, es un soberbio actor que durante demasiado tiempo hizo demasiadas películas intrascendentes y malas. Es imposible no sentir el desamor, la amistad y el proceso de maduración interior de Ellis y Neck, que cuentan con los rostros, ojazos y expresiones medidas de Tye Sheridan y Jacob Lofland, inmensos, sobre todo Sheridan, el más protagonista (qué buen director de actores es Jeff Nichols, por cierto). Y es imposible también no comprender la encrucijada vital de Juniper, una compleja mujer que vive a través de los ojos, la voz y la actitud mitad fuerte y mitad indefensa de una Reese Witherspoon que parece acordarse de esa actriz que ganó un Oscar por Walk the line hace no tanto (lo recuerda ella y de paso nos lo recuerda a los demás.)
No se lleva el diez porque es posible que le sobren unos diez o quince minutos de escenas más superfluas que no terminan de aportar más que algún que otro brillante diálogo de Nichols (que tampoco es mala cosa), por el incomprensible olvido que tiene el guión con algún que otro personaje que parecía que iba a ser más importante (la propia Juniper, vital como concepto e idea en la historia de Mud, pero poco crucial finalmente como mujer y personaje) y porque no termina de alcanzar el nivel de emoción de sus referentes, pero aun así es un peliculón. Un "must see" en toda regla.

Lo mejor: Tye Sheridan, Jacob Lofland, Reese Witherspoon, Matthew McConauguey y el instantáneo atractivo de la historia, tan marcada por ese aire ochentero.
Lo peor: No termina de emocionar como debería el retrato del paso a la madurez y la amistad y le sobran unos minutitos para ser perfecta.

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