domingo, 12 de junio de 2011

Juego de Tronos (Game of Thrones) TV

Viendo Juego de Tronos no queda sino admitir que, aunque en España empieza a perderse el miedo a los grandes presupuestos, la fantasía y la aventura, aún nos queda mucho, muchísimo por hacer, por practicar y por aprender.
Cualquiera que investigue un poco en mis críticas verá que he valorado y valoro muy positivamente dos series recientes españolas como son Águila Roja e Hispania. Si lo hago es por varias razones: me entretienen, técnicamente están bien hechas, algunos personajes y tramas me apasionan, tienen muy bien aprendidas las lecciones de los clásicos del género y, sobre todo, suponen una apuesta (más o menos acertada) por hacer algo nuevo en la ficción española. Ni lo voy a negar ni me voy a avergonzar de decirlo: Águila Roja e Hispania son dos series que veo, y que me gustan. Me gustan mucho, de hecho.
Pero intentar compararlas con Los Tudor, o con Juego de Tronos, es un disparate (y ésto va por ciertos sectores de fans enfebrecidos que tienen, sobre todo Águila Roja...). Primero, porque no tienen nada que ver. Y segundo, porque aunque lo tuvieran, no habría comparación posible.
Todo en Juego de Tronos es de una perfección que asusta. Perfección formal, y ya les vale, con 60 millones de presupuesto para hacer la temporada. Los exteriores son alucinantes; los vestuarios, majestuosos; los decorados, soberbios; los efectos visuales dejan con la boca abierta (el Muro es simplemente increíble).
Perfección narrativa. Me parece enormemente admrable el trabjo de David Benioff, el autor del desaguisado de Troya, para presentar todas las tramas y todos los personajes de las novelas de forma muy fiel a las mismas, pero a la vez asequible y sencilla para los neófitos en la materia. Y qué historia.... CdHyF es una gozada para quienes disfruten de las historias de traiciones, reinos, caballeros, grandes pasiones y líos de familia.
Y perfección actoral. No hay ni un solo actor fuera de lugar, y todos son perfectos para sus personajes. Destaco especialmente al siempre excelente Sean Bean, Michelle Fairley, todos los niños (soberbios) y, cómo no, a mi amado Peter Dinklage. El porqué él, uno de los mejores actores del mundo, trabaja tan poco y casi siempre en roles descritos como personas con su condición física, es algo que me atormenta. Con una mirada, con su preciosa voz, con su carisam, dinkage ya lo dice todo sobre su Tyrion Lannister. La única a la que veo algo atrás es a Lena Heady, quien, a pesar de ser físicamente perfecta para el papel de Cersei, no cambia la única expresión de su cara le pase a su personaje lo que le pase.
Amigos, disfrutemos con Juego de Tronos. Porque, ante un producto tan redondo, no puede hacerse otra cosa.

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