domingo, 1 de mayo de 2011

Toy Story 3 (2010)

Para acabar rápidamente con lo menos agradable, voy a resumir en media línea lo peor de Toy Story 3: No es mejor que sus predecesoras.
¿Ya? Bien, pues voy a lo mío.
Hace 15 años, en 1995, yo era una personita de siete años que fue al cine con su familia a ver una revolucionaria película de animación llamada Toy Story. Entonces, nadie sabía qué era éso de la animación en 3D (no confundir con el sistema de proyección en 3D, omnipresente hoy en día, y ya veremos dónde dentro de unos años), ni nos importaba. Lo que era verdaderamente importante es que aquella película era guay. Visualmente, era un mundo nuevo, y narrativamente, tenía una frescura que resultaba encantadora y a la vez dinámica, tradicional e innovadora.
Cómo podía yo saber que, con siete años, estaba teniendo la inmensa suerte de asistir no sólo al nacimiento de una saga que cierra sus puertas con la cinta que hoy me ocupa, sino también al de la mejor compañia de la historia del cine: Pixar Animation Studios.
Quince años, y diez (repito: diez. Toy Story 1 y 2, Bichos, Monstruos S.A, Buscando a Nemo, Los Increíbles, Cars, Ratatouille, WALL-E, Up) obras maestras después, Pixar presenta Toy Story 3. Y el resultado, después de tan grato proceso de aprendizaje y mejora, no puede ser otro que exquisito.
Las últimas aventuras de Woody, Buzz y los demás siguen llenas de emoción, emotividad y mensajes tradicionales marca de la casa (Disney), pero ahí radica su éxito. Sin avergonzarse de ser lo que es (no como la saga Shrek, por ejemplo, que no sabe o no puede decidirse entre ser transgresora o tradicional), Toy Story 3 mezcla géneros a ritmo endiablado, consiguiendo que drama, comedia, aventura, acción o incluso un cierto terror se den la mano con una elegancia admirable. Hay tantos momentos destacables, tantos chistes memorables, tantos instantes emotivos (vaya epílogo...) que resulta imposible destacar solo uno. El nivel técnico sigue estando a años luz del de sus competidoras, pero donde realmente reside la dkiiferencia entre Pixar y las demás compañías animadas en en sus guiones. Esos guiones que, mediante peces, insectos, ratas, coches o juguetes hablan acerca del amor, la amistad, el paso del tiempo, el miedo, la soledad, el éxito, el fracaso..... Y éso señores, no es infantil. Cada película de Pixar destruye, para quienes quieran verlo, claro, el tópico de animación=niños.
Sólo me resta decir que ha sido un placer crecer con estos personajes, y con los magos de Pixar, y por supuesto, Disney. Toys Forever! Hasta el infinito... y más allá.

Lo mejor: Tantas cosas...
Lo peor: No es mejor que las dos anteriores. Pero si éso es un fallo, que baje Dios y lo vea.

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