martes, 10 de mayo de 2011

Cómo entrenar a tu dragón (How to train your dragon, 2010)

Cómo hacer una buena película de animación.
Pues no es fácil, ¿eh?
Y si no, que se lo dgan al propio estudio propietario de Cómo entrenar a tu dragón, DreamWorks Animation Studios. Claro que esta vez, únicamente ponen el dinero y distribuyen. La verdad, no sé si Dean DeBlois y Chris Sanders acudieron primero a Disney, para los que habían firmado Lilo y Stitch. Si no lo hicieron, no comprendo la razón. Y si lo hicieron, tampoco comprendo cómo Disney rechazó producir y distribuir una película que sigue al pie de la letra la receta que ha convertido en míticas a las cintas de animación del tío Walt.
Sea como sea, el caso es que Cómo entrenar a tu dragón supone el primer triunfo artístico para DreamWorks en años, después de muchas, demasiadas películas mediocres o directamente malas. La historia de Hipo y Desdentao es absolutamente encantadora, se apoya en un sentido del humor siempre acertado, y lanza un agradecido mensaje pro-amistad y pro-familia bastante evidente, pero que nunca está de más en este tipo de producciones. La interacción entre los dos personajes principales, como digo, es excelente, pero donde sin duda acaba triunfando por encima de todo la cinta es en su tercio final, con esa excelente y espectacular batalla contra la reina dragón.
En definitiva, una película que quizás no llega a los magistrales resultados de Pixar o de la propia Disney (y no llega porque le falta ambición... mimbres para hacerse la cesta tenía de sobra), pero que resulta un bálsamo para aquellos que habíamos perdido del todo la fe en todo aquel producto que llevase el logo de DreamWorks.

Lo mejor: La sana aventura que propone, y el diseño de Desdentao. Simplemente maravilloso.
Lo peor: La animación de los perosnajes humanos es algo floja... lástima.

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