tag:blogger.com,1999:blog-2027761855684260222024-03-13T14:10:22.159-07:00OráculoCríticas de cine y opiniones sobre el séptimo arte...Unknownnoreply@blogger.comBlogger197125tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-15673269445752282142016-05-04T05:40:00.000-07:002016-05-04T05:40:50.378-07:00Radiografía de un dolor inesperado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDzXcISniUFjzLnIjDtrGUN4rnbRBw-_ChBqXKmCuTXjlqz0oD_23J19v403KVNFxX3hPAs2VpNH3RhJ-Clo9hjOmFIxJQ_iczLKCgUv7_ldd2B8XtYEvlIIuPeLwReqszvUmlmZEtUSlI/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDzXcISniUFjzLnIjDtrGUN4rnbRBw-_ChBqXKmCuTXjlqz0oD_23J19v403KVNFxX3hPAs2VpNH3RhJ-Clo9hjOmFIxJQ_iczLKCgUv7_ldd2B8XtYEvlIIuPeLwReqszvUmlmZEtUSlI/s1600/images.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "Blackadder ITC"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "Blackadder ITC"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">[…] Beber veneno por licor suave, <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "Blackadder ITC"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">olvidar el provecho, amar el daño;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "Blackadder ITC"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">creer que un cielo en un infierno cabe [...]<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esta es la radiografía de un dolor inesperado, ese
que jamás piensas que vayas a sufrir, el que te golpea de pronto y sin avisar,
el que no te da tiempo para prepararte. Hay veces en que sabemos que algo va a
pasar y podemos hacernos a la idea, buscar soluciones antes de que aparezca el
problema, pensar en cómo vamos a afrontarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Nadie te dice qué hacer cuando algo así pasa. Nadie
te enseña nunca a afrontar según qué cosas. Nadie te dice que el dolor
inesperado es el peor dolor, porque es el que no te suelta, el que te pesa en
el corazón y te inunda la cabeza de tristes ideas. Ningún instituto ni
universidad te enseña qué hay que hacer cuando alguien a quien quieres te
aparta de su lado, ni cómo lidiar con ese dolor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Es mucho peor cuando ni siquiera sabes la razón que
hay detrás del adiós.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué así? ¿Cómo
hemos pasado de hablar como lo hacíamos a esto? ¿Qué he hecho para merecer, de
repente y sin aviso, tu desprecio simbolizado en ese doloroso silencio con que
me golpeas? ¿Qué te he hecho tan grave como para que haya pasado de ser la
persona en quien confiabas para transmitir mensajes y detalles a los demás y
con quien reías e incluso tomabas cañas en noches de teatro a ser una
indeseable, exiliada en el desierto de tu descontento? ¿Cómo quieres que me
olvide de todos los momentos vividos contigo, que para ti eran simplemente
momentos sin más (y yo siempre fui consciente de ello y jamás me figuré que
fueran otra cosa o tuvieran verdadera importancia para ti), cuando eres una de
las personas que más feliz me ha hecho en años? Y sobre todo, ¿cómo he podido
hacer algo tan malo, sin saberlo, que ni siquiera soy ya digna de que emplees
unos segundos de tu tiempo para explicarme qué ha pasado? No me parece justo.
No es justo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Podría ocupar páginas y páginas hablándote del dolor
que siento, de cómo me duele ver tu foto en todas partes, verte sonreír en los
medios, releer los mensajes que con tanto cariño me escribiste. Pero creo que
no hace falta. Creo que sabes el daño que me has hecho. Creo que eres muy
consciente de lo mal que me iba a hacer sentir tu decisión de apartarme así de
tu carrera y de tu lado (no voy a decir de tu vida porque sé que nunca formé
parte de ella, ni yo lo pretendí siquiera una sola vez pues así tenía que ser).
Creo que sabes que te echo de menos cada día y que no pasa una sola jornada sin
que me acuerde de ti. Creo que sabes que eres todo lo que siempre he querido
ser como profesional. Y eso es lo que más me duele y sin duda lo que más me
entristece. Lo sabes y aun así te ha dado igual. Lo sabes y decidiste no hacer
las cosas de una manera menos traumática. Me has visto ahí, a tu lado, en los momentos
buenos y también en los malos de tu existencia durante tres años, apoyando todo
lo que has hecho, siempre fiel, siempre luchando para que tus sueños se
hicieran realidad. Luchando como una más, desde luego, como una entre muchos
que te queremos y deseamos verte triunfar y en lo más alto, porque es lo que
mereces. Nunca me he considerado importante ni especial dentro de ese grupo de
gente que te queremos tanto, pero descubrir que ni siquiera te importo lo
suficiente como para decirme a las claras qué te ha molestado tantísimo de mí
me ha causado un dolor que no hubiera podido imaginar que me causarías tú.
Saber que todo el esfuerzo que he hecho durante tres años con enorme gusto y
con inmensurable ilusión, esperando a cambio solamente disfrutar de ti y tu
trabajo, únicamente ha servido para que te formes tan nefasta opinión de mí es
sencillamente devastador. Es lo que me está aniquilando por dentro cada vez que
miro cualquiera de las fotos que nos hicimos juntas. Es tu silencio el que me
hace daño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Silencio…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Me siento como si fuera adicta a una droga y no
pudiera encontrar más. Hay algo que me sangra por dentro, y es una herida que
sé que sólo se puede cerrar si eres tú quien acude a vendármela. Veo tu mano
cerca y no sé si vienes a ayudarme o a echar más sal en la herida. No me cabe
en la cabeza pensar que de verdad creas que he tenido alguna vez la intención
de molestarte, hacerte daño o causarte cualquier perjuicio, así que solo me
queda pensar que conocer mi buena intención para contigo no ha sido suficiente
para ganarme tu perdón, sea lo que sea lo que te ha herido tanto. Puede que
nunca lo sepa. Puede que nunca vuelvas a hablarme, y ese pensamiento me hunde
en un laberinto de oscuridad del que no sé si existe salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No sé qué va a ser de mí en este aspecto. No sé si
estoy pasando por una suerte de proceso como las cinco etapas del duelo,
adaptado a otra situación, pero por suerte sin tener que lidiar con el
fallecimiento de una persona. Negación, ira, negociación, depresión, aceptación…
me veo bastante reflejada en casi todas esas etapas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero sí sé una cosa. Pase lo que pase, voy a seguir
ahí. Espero que contigo. Espero que, con el tiempo, hablando contigo como
hablábamos antes, dándote un abrazo, escuchando tus palabras, viendo la ilusión
en tus ojos como la veía antes cuando te hablaba de tu trabajo. Una ilusión que
era la mía también, incontenible siempre por el simple hecho de estar a tu
lado. Pero si no puede ser, si nunca logro el perdón que tanto ansío, al menos
espero que sepas (sé que lo sabes) que siempre voy a admirarte, apoyarte y
quererte. O eso creo. Eso espero. Estoy segura de ello. Y lo sabes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si las Musas me hubieran dado el don de la poesía,
serías un poema. Si pudiera coger una guitarra o un piano y componer como ese
artista malagueño que nos encanta a las dos, serías ya la canción de amor arrebatador más triste. Porque te quiero.
Te quiero y nunca me ha dado vergüenza decírtelo, a veces con muchas personas
pendientes de mis palabras (¿te acuerdas, aquella noche en el Matadero?). No se
trata de amor romántico ni de enamoramiento. Los tiros nunca han ido por ahí.
Pero hay muchas formas distintas de amar, y sin duda yo te he querido
muchísimo, y todavía te quiero y sé que siempre lo haré.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Si es tan sólo amor”, decían Revólver en una de sus
canciones más conocidas. Y sí, es tan sólo amor, pero no se me ocurre nada más
poderoso ni más necesario. Aunque a veces haga tanto daño.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-71075194970794955122016-03-30T23:15:00.000-07:002016-04-07T03:06:17.414-07:00#3<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA7URqfF_pg76A45jV9LtguIcXdgaRQDAQoJM7hSH1R0Opmjq-TjWVM40Iik8utxMC2OyLra5FjcOJHBgqJTBzJ0ldwOYoRQorzJCHwgRFVQavGJhhUble4uPQ26BZV5W-zI_xIqkMs8NF/s1600/P3300838-crop.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA7URqfF_pg76A45jV9LtguIcXdgaRQDAQoJM7hSH1R0Opmjq-TjWVM40Iik8utxMC2OyLra5FjcOJHBgqJTBzJ0ldwOYoRQorzJCHwgRFVQavGJhhUble4uPQ26BZV5W-zI_xIqkMs8NF/s320/P3300838-crop.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
Aún recuerdo como si fuera ayer la emoción que me recorría de pies a cabeza cuando me senté en aquel palco de platea del Teatro Calderón, un 31 de marzo de 2013.<br />
Aunque la admiraba desde que comenzó su participación en <i>La que se avecina</i> (reconozco que antes no la conocía ni había visto ningún otro trabajo suyo), no fue hasta el verano de 2012 cuando me reenganché a la serie, que había dejado de ver por razones que ya no recuerdo, y me enamoré de la actriz que es <b><u>Cristina Castaño</u></b>. Desde entonces, había esperado una oportunidad para poder verla actuar en directo, y esta se presentó en ese día de marzo, en un espectáculo llamado "La Golfa", un divertidísimo ejercicio de improvisación que la compañía Jamming lleva a cabo con invitados muy conocidos.<br />
El espectáculo me encantó, pero pensándolo hoy, creo que apenas me enteré :) estaba demasiado emocionada por lo que iba a pasar después. Al término del show, todos los componentes de Jamming y Cristina salieron al hall del teatro para recibir las felicitaciones del público y hacerse fotos con los que así lo desearan. Yo me acerqué casi temblando (¡qué vergüenza, por Dios! lo que hacen los nervios, incluso en gente ya mayorcita como yo). Cristina sabía que yo estaba allí porque habíamos hablado de ello en su página de Facebook, pero claro, nunca nos habíamos visto en persona y me tocaba a mi presentarme.<br />
Nunca olvidaré su sonrisa cuando le dije quién era, ni el breve diálogo que siguió después y que fue algo así:<br />
"Hombre, ¿eres tú? ¡Encantada! ¡Qué bien que hayas venido! ¿Te ha gustado?"<br />
"Sí, me ha encantado... ¿Nos podríamos hacer una foto?"<br />
"Claro que sí"<br />
Al día siguiente, cuando subí a mi Facebook personal la foto que encabeza este escrito, escribí lo siguiente;<br />
<span style="background-color: white; color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 18px;"><i>Aquí con la gran Cristina Castaño (La que se avecina, Herederos)... excelente actriz y una persona encantadora y muy cercana. ¡Gracias, Cris!</i></span><br />
Qué poco me parecen esas palabras comparadas con lo que ha sido después todo. Qué corta me quedé. Qué poco sabía yo lo que iba a significar esta persona para mí.<br />
De todo esto hace ya tres años, como digo. Tres años en los que, poco a poco, por el sencillo método de continuar asistiendo a las actuaciones en directo de Cristina en Madrid, me fui dando cuenta de que esta mujer es especial y que jamás yo había admirado o incluso querido tanto a ningún artista o a alguien fuera de lo que es mi familia y amigos. <i>El Club de la Comedia, </i>más <i>"</i>Golfas" de Jamming<i>, Clicks, El Profeta Loco,</i> conciertos,<i> El lenguaje de tus ojos, Cabaret</i>... tres años de teatro a su lado y tres años de recuerdos imborrables en los que he recibido mucho, muchísimo más de lo que yo esperaba.<br />
No voy a decir "me has cambiado la vida", porque lo cierto es que mi vida se sigue pareciendo bastante a como era hace tres años, en lo bueno y en lo malo :) pero sí diré que, gracias a ti, mi vida ha sido mucho más bonita en momentos en que lo necesitaba de verdad. He pasado por cosas muy duras en estos tres años, y poder disfrutar de tu trabajo o de charlar contigo aunque fuera un minuto siempre ha sido una de mis mejores medicinas.<br />
Como siempre te digo, GRACIAS, maestra. Gracias por interesarte siempre por mis cosas y por preocuparte por mi (mi amiga María en Alcalá de Henares, después de hablar contigo tras la función que hicisteis allí de ELDTO: "No me puedo creer que Cristina estuviera preocupada por cómo nos íbamos a volver a Madrid ahora..."). Gracias por llenar mi vida de teatro, risas, esporádicas cervezas, sonrisas, confidencias (¿tú, preocupada aquel día de octubre por si habías cantado mal y por eso no te habían aplaudido? ¿Pero es que puede haber alguien con un mínimo criterio a quien no le guste como cantes?) y esos abrazos tuyos.<br />
Lo único que deseo es que, cuando leas esto o cuando me veas, pienses, aunque sea por un segundo, algo como "jo, esta chica, tres años apoyándome y viniendo a verme a todo lo que he hecho", y el balance sea positivo. O al menos más positivo que negativo. Solo con eso me daría por muy contenta. Porque te quiero. Mucho. Y creo que lo sabes. Te quiero y admiro mucho más de lo que yo misma me podía imaginar en ese 31 de marzo de 2013, cuando pensaba que eras una actriz más y que yo estaba por encima de esos sentimientos de fan.<br />
Por muchos años más, mientras tú quieras y me dejes seguir disfrutando de tu trabajo. Te quiero.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC_b0V_UqWvmq38GIhs0Oy5zX1ZUwRebyBH5Y8fCbzegbIQ_FBaPjEm54clwoV4wAwgKTwdQhzIFadHHp8BCvAinr4VYJsD1txkKk9Zu1O-BFLQ9ZVujh5flKAQfJ0OcUYw8IrGDFDv4P9/s1600/Collage.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC_b0V_UqWvmq38GIhs0Oy5zX1ZUwRebyBH5Y8fCbzegbIQ_FBaPjEm54clwoV4wAwgKTwdQhzIFadHHp8BCvAinr4VYJsD1txkKk9Zu1O-BFLQ9ZVujh5flKAQfJ0OcUYw8IrGDFDv4P9/s320/Collage.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-69573979939951620432015-12-31T03:41:00.000-08:002015-12-31T03:41:27.040-08:00Cristina Castaño / 2015: El camino al éxito<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: 'Open Sans', Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; line-height: 22.4px;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY3YrdB9YgFfN5G9sTyJI2a-wbfXgQsYwjmaH07LpZTe5HvvUVYU6v9Hidq7thcDHYT1YcOVqKtUPWxkfvyhHo-6TXhsNUu8Ac2xLxw-pDpidfh6BTew8_i7uaZng1kpohKBkFgcUYS9ah/s1600/lqxpVqf6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY3YrdB9YgFfN5G9sTyJI2a-wbfXgQsYwjmaH07LpZTe5HvvUVYU6v9Hidq7thcDHYT1YcOVqKtUPWxkfvyhHo-6TXhsNUu8Ac2xLxw-pDpidfh6BTew8_i7uaZng1kpohKBkFgcUYS9ah/s320/lqxpVqf6.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: 'Open Sans', Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; line-height: 22.4px;"><br /></span>
<span style="background-color: black; font-family: 'Open Sans', Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; line-height: 22.4px;">"<span style="color: white;">El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene."</span></span><br />
(Ralph Waldo Emerson, poeta y pensador estadounidense, 1803-1882)<br />
<br />
El pasado domingo 27 de diciembre, Cristina Castaño acudió al programa <i>Qué tiempo tan feliz </i>de Telecinco para hablar (poco, lo que la dejaron) de <i>Cabaret</i>, el musical que protagoniza desde octubre en el teatro Rialto de Madrid, e interpretar el tema principal de la obra, ese que conoce todo el mundo y además da título al espectáculo. Tampoco era la canción entera tal cual la canta cada noche sobre el escenario (se ve que iban con prisa en el programa ese día), pero la reacción a su actuación no se hizo esperar: cientos y cientos de comentarios en redes sociales alabando la increíble y potentísima voz de la actriz gallega que seguro hicieron salir humo de su teléfono móvil con tantísimas notificaciones, menciones, tweets, "me gusta" y demás inventos de las redes sociales. Una mera anécdota, seguro, en la vida diaria de Cristina, pero sin duda muy significativa de lo que ha sido su año 2015, probablemente el mejor de su carrera hasta la fecha: una catarata continua de comentarios positivos, alabanzas, y sobre todo mucho reconocimiento y cariño de la profesión y por supuesto del público.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZHi1G92eYKWJaGBT23PITeq2kcQZEMFXchOVUJTBkQNeg86H3ekeAJWmmLYvc3uVDhtIuH2dYc-HTDXPgwY9S7Rj15nz_u2SDVoBWPOlVlhmmIexm3NA_NTE0WpiXgnAdIgcshkmwPr84/s1600/CNF3-_0XAAANawc.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZHi1G92eYKWJaGBT23PITeq2kcQZEMFXchOVUJTBkQNeg86H3ekeAJWmmLYvc3uVDhtIuH2dYc-HTDXPgwY9S7Rj15nz_u2SDVoBWPOlVlhmmIexm3NA_NTE0WpiXgnAdIgcshkmwPr84/s320/CNF3-_0XAAANawc.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Se ha cumplido este 2015 uno de los sueños confesos de Cristina, uno de esos que ella pedía a finales de 2014: hacer más cine. Aunque aún no hayamos podido echarle un ojo a ninguno de sus trabajos, está ahí en la recámara <i>La Madriguera</i>, de Kurro González, un bonito proyecto financiado mediante crowdfunding en el que ella tiene un pequeño personaje que seguro dará que hablar. También ha participado en un proyecto precioso de marcado cariz solidario llamado <i>Vida</i>, que nos abre en forma de corto una ventana a la vida de las personas con discapacidad intelectual de Galicia, comunidad natal de Cristina. Junto a ella, otros gallegos ilustres de esto de la interpretación como el premiadísimo Javier Gutiérrez. También en formato corto y con aires ya de muy esperado proyecto llegará también <i>La trampa estesia</i>, un thriller que ha rodado a las órdenes de Eduardo Chapero-Jackson y en el que ya se ha anunciado que la actriz dará un registro absolutamente nuevo y sorprendente al público, muy acostumbrado a verla hacer comedia pero no tanto al drama. Y por supuesto, tiene que llegar también la esperada <i>Móstoles no es lo que parece, o la importancia de llamarse Encarna</i>. Tras tan alocado título se esconde la nueva comedia de Vicente Villanueva, en la que Cristina comparte protagonismo con Alexandra Jiménez y Victoria Abril, y en la que seguro vuelve a sorprender en tesituras en las que no estamos acostumbrados a verla. No sin razón, su personaje, María Dolores, aparece descrita en algunas sinopsis como alguien que ha pasado de ser "una peligrosa toxicómana a una ejecutiva de altos vuelos", así que espérense como mínimo algo tronchante,<span style="background-color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><br /></span>No está nada mal para una intérprete que llevaba desde 2006 (<i>Días azules</i>) sin aparecer en un largometraje y que todavía no ha tenido un personaje al que se pueda llamar protagonista en el séptimo arte.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIzrKOaEd3OatROMOWyjcpKNown4TP3WUncyT_iG6ER9cUFymCr_j-enRh2B_rcvCZSs7SsosS1Ne80B3rqGjmp6bKJ3VGgR_QyTIIw8L9aACb_0gEcPFdlLDUH4hJZjETa8xXgMxtKRq4/s1600/lagrimas-Judith-pueden-Papuchi_MDSVID20140310_0201_17.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIzrKOaEd3OatROMOWyjcpKNown4TP3WUncyT_iG6ER9cUFymCr_j-enRh2B_rcvCZSs7SsosS1Ne80B3rqGjmp6bKJ3VGgR_QyTIIw8L9aACb_0gEcPFdlLDUH4hJZjETa8xXgMxtKRq4/s320/lagrimas-Judith-pueden-Papuchi_MDSVID20140310_0201_17.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Y qué decir de <i>La que se avecina</i>, sin duda el proyecto clave en la carrera de Cristina, el que le ha permitido saltar a tantos otros personajes. La ficción de Telecinco goza de mejor salud que nunca en los audímetros, y en lo artístico, pese a las voces discordantes, sigue entreteniendo muchísimo y haciendo reír, que es lo importante. Y pocos personajes hacen reír más que Judith Becker, esa alocada psicóloga que hace ya mucho que dejó de ser una ayuda o una buena influencia para nadie. Desde el disfrute más absoluto (los espectadores apenas podemos imaginar lo divertido que tiene que ser interpretar un personaje así en una serie tan maravillosamente loca), Cristina ha tenido que lidiar con una Judith que no sólo ya no se parece en casi nada a la que llegó a Montepinar en la tercera temporada allá por 2009, sino que hace tiempo ya que cambió la encantadora indecisión e inmadurez sin malicia de antaño (por ejemplo, en sus idas y venidas con Enrique en las temporadas 4 y 5) por gestos cada vez más frecuentes de profunda mala idea e incluso estupidez (¿cómo es posible que no se dé cuenta de que casi cada cosa que hace es un paso más hacia el desastre de su vida a todos los niveles?). Un trabajo nada fácil que Cristina ha resuelto con brillantez, bordando con su arrolladora comicidad escenas que en manos de otra actriz hubieran podido resultar francamente excesivas. Cristina mantiene el encanto y la ternura de Judith, aunque a veces el guión lo ponga muy difícil. Es ella quien consigue que no quede otra solución que seguir sonriendo ante las rarezas del personaje, o incluso llorando con ella cuando tiene una escena dramática (que también las hay).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVV-geuY-yIFy_AVrF2Rw8HOPUOLJMwUgT9TaoXe8FX33nlnfTVBLVq6dGY0csyDEq1a7CeZxcPvS7EDKFJRjpc7y2UnitDXCnc4cJztZt3mqTqLuaNXUrNQGUmbj79nPFPv5lxviONfRR/s1600/Sally+%25283%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVV-geuY-yIFy_AVrF2Rw8HOPUOLJMwUgT9TaoXe8FX33nlnfTVBLVq6dGY0csyDEq1a7CeZxcPvS7EDKFJRjpc7y2UnitDXCnc4cJztZt3mqTqLuaNXUrNQGUmbj79nPFPv5lxviONfRR/s320/Sally+%25283%2529.jpg" width="256" /></a></div>
<br />
Pero a Cristina le van los retos. Sólo así se explica que se embarcara en algo tan grande como dar vida a Sally Bowles en la nueva producción de <i>Cabaret</i>.<br />
Porque, sin duda, este también ha sido el año de Cristina sobre las tablas. Empezaba el año en la piel de la Princesa de Barcelona (dama formal, noble y regia donde las haya, nada que ver con Judith) imaginada por Marivaux en <i>El lenguaje de tus ojos</i>, un precioso montaje dirigido por Amelia Ochandiano con el que estuvo un mes en Madrid y después continuó la gira, ya empezada en 2014, por diversos lugares de España hasta terminar el 5 de junio en Gijón. No sabía entonces, seguramente, lo que aguardaba en el horizonte.<br />
A finales de agosto se confirmaba lo que era un secreto a voces: Cristina Castaño, Dani Muriel y Edu Soto iban a ser los nuevos protagonistas de <i>Cabaret</i>, y la presión no podía ser mayor. Sea como sea, se pregunte a quien se pregunte, cuando se piensa en Sally Bowles se piensa en Liza Minnelli. No hay otra. Muy pocas veces un personaje ha quedado tan asociado a la imagen, la voz y el carisma de una única actriz. Contra eso tenía que luchar Cristina desde el principio, así como también (entre los más "musicaleros") contra la comparación con las Sallys españolas previas, especialmente la gran Natalia Millán o incluso Marta Ribera, hoy compañera de Cristina en la función en el rol de Fraulein Schneider. Había que ser muy valiente para atreverse a interpretar a Sally, un personaje tan explosivo, de humor cambiante, lleno de complejidad y contradicciones, más joven de lo que es ella (importante, porque ¿cuántas veces hemos visto a actrices excelentes que sin embargo eran demasiado mayores para el papel que interpretaban?), y que exigía cantar y bailar no sólo bien, sino muy bien. Y sobre todo, exigía interpretar, sentir, sangrar casi ese Berlín pre-nazi que se viene abajo y ese mundo de alcohol, nocturnidad y falta de amor en el que vive Sally Bowles. Cristina ha tenido esa valentía, y el resultado ha sido el mismo que el que siguió a la actuación en <i>Qué tiempo tan feliz</i>: aplausos, halagos, comentarios positivos por doquier, la admiración unánime de la profesión y la ovación emocionada del público que cada noche abarrota el Rialto y se pone en pie para recibirla cuando cae el telón. Y no es para menos. Quien no vibre con su versión de <i>Cabaret</i>, es que está sordo. Quien no se deje contagiar por su entusiasmo e ingenuidad, es que nunca ha vivido realmente. Y quien no se emocione y sufra con ella por lo que le ocurre en el segundo acto, es que nunca ha amado lo suficiente.<br />
<br />
Vuelvan a mirar la foto con la que empieza este escrito. ¿Qué ven? Yo veo a alguien que está en su mejor momento y que, como dijo Emerson en la cita que encabeza este texto, está disfrutando lo que consigue y, por tanto, es feliz. No cabe duda de que también tendrá su lado malo (ya saben... últimamente parece que rondan por el Rialto unos cuantos fotógrafos ávidos por sacar fotos que hagan partícipe involuntaria a Cristina de un mundillo en el que nunca ha estado metida ni le ha interesado), pero Cristina Castaño está en el punto álgido de su carrera y, sobre todo, es una persona feliz. Y seguro que sólo ha sido el principio. 2016 la espera con los brazos abiertos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-87979305351037384272015-10-30T09:12:00.000-07:002015-10-30T09:12:00.118-07:00Fans, locuras, descubrimientos y un mensaje de cumpleaños<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMyJP92kaXwrQ4UW8zO2gHDmM1owPnvbHvsd8INzJFWK9FMi8uABtT4MmBET1qmrw7rvjsNq8FLGqyimN2dUQDm2DnBdA1WvJLFHkmHlsd5X79_nFJHsgjLjxFU34rWPhHkzqPUrJ4Qz-b/s1600/B%2527Day.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMyJP92kaXwrQ4UW8zO2gHDmM1owPnvbHvsd8INzJFWK9FMi8uABtT4MmBET1qmrw7rvjsNq8FLGqyimN2dUQDm2DnBdA1WvJLFHkmHlsd5X79_nFJHsgjLjxFU34rWPhHkzqPUrJ4Qz-b/s320/B%2527Day.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Parece mentira, pero efectivamente no sabemos realmente lo
que son las cosas hasta que nos pasan a nosotros.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
La reflexión de hoy es sobre los fenómenos fan. O más bien,
esa parte del sentimiento fan que lleva al seguidor a querer (sí, querer) a su
artista favorito de una manera difícilmente explicable hasta el punto de que
llega a ser muy importante en su vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Suena exagerado. Sí, a mí también me lo parecía. Y no, no
hablo de hacer cola para un concierto. Eso ya está muy asumido. Hablo de esa
parte del sentimiento fan que mencionaba antes, la de sentir al artista
admirado tan cerca como si fuera casi otro amigo más. Sensación irreal donde
las haya, desde luego. El artista no es nuestro amigo. No lo conocemos. No nos
conoce. No existe ese vínculo. Pero sabéis a lo que me refiero, ¿verdad? Es más
que admirar. Es viajar si hace falta a otra ciudad a verlo actuar. Es estar ahí
apoyándolo siempre. Es (como no) gastarse los cuartos, pocos o muchos, en
valorar su arte. Y sobre todo es desear con todas las fuerzas la felicidad a
dicho artista y casi compartir su estado de ánimo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Qué locura, ¿no? Eso pensaba yo. Siempre que escuchaba a
alguien (normalmente un adolescente) hablando sobre lo muchísimo que
significaba tal o cual cantante o actor para él/ella, entornaba los ojos con
esa clásica expresión desdeñosa. ¿Cómo podía ser aquello? ¿Esa gente no tenía
vida o qué? Tales eran los pensamientos que cruzaban mi mente. Quién me iba a
decir a mí, con mis casi 24 castañas de entonces, en aquel verano de 2012, que
después de tanto tiempo y bastante lejos ya de la adolescencia, me iba a pasar
a mí también. A mí, que llevo siguiendo a Backstreet Boys (fenómeno fan por
excelencia) desde 1996 y hasta la fecha, que devoro películas y series, que
sueño con escribir y actuar casi desde que tengo uso de razón para emular a
quienes más admiro y cumplir mis sueños, y que jamás me voy de un teatro sin
felicitar personalmente por su trabajo a los actores y actrices que más me han
gustado. Vaya, que en esto de ser fan tengo experiencia. Pero nunca jamás de
los jamases había tenido la necesidad de estar al día de hasta la más mínima
noticia (Internet y las redes sociales nos han facilitado mucho esto… ¡si en
los 90 hubiéramos tenido Facebook y Twitter para interactuar con los ídolos de entonces…!)
o de disfrutar tan intensamente con el trabajo de nadie. Pues heme aquí, una
tía ya más cerca de los 30 que de los 20, supuestamente hecha y derecha,
siguiendo la carrera de una actriz con la misma ilusión de uno de esos
adolescentes de los que antes me reía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En realidad, todo este largo y farragoso texto es una
felicitación de cumpleaños. Una más. Un año más. Y por supuesto, un humilde
panegírico (uno más, siempre) a la persona que cumple años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Que Cristina Castaño es una actriz maravillosa ya lo sabe
casi todo el mundo. Y no hay discusión. Lo es y punto. Que es una soberbia
cantante ya se empieza a descubrir gracias a <i>Cabaret,</i> aunque muchos sabemos desde hace años lo bien que se
defiende con las notas y el micrófono. Que es una persona absolutamente única,
encantadora y especial no sé si lo sabe mucha gente o poca. Lo que sí sé es que
yo, que no puedo presumir de conocerla mucho ni de ser su amiga (no tengo esa
suerte), eso lo tengo comprobado de sobras. Da igual lo cansada que esté o el
tiempo que haga desde la última vez que nos vimos. Siempre tiene un abrazo y
una sonrisa para mí, y no tengo palabras suficientes para agradecer el trato
que me dispensa siempre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En fin, que si estoy escribiendo esto es para decirte, Cris,
lo que ya sabes de sobra, que es que te quiero y admiro más de lo que se puede
expresar con palabras (¡y eso que me esfuerzo!), y que eres responsable de que
haya tenido que aceptar que, a pesar de que esto ya me haya pillado un poco
mayor, estoy totalmente en la fase que describía antes. Muchas veces a los
fans, sobre todo cuando os queremos tanto a los artistas, se nos olvida que
sois personas, que tenéis días malos, que sufrís como todo hijo de vecino y que
seguramente estáis deseando iros a casa a descansar o a disfrutar de vuestra
pareja, padres, amigos o perro mientras nosotros os reclamamos una foto, una
sonrisa, un abrazo o sencillamente algo de vuestro tiempo. Por eso jamás me
cansaré de agradecerte la paciencia que tienes siempre con nosotros, y muy
especialmente conmigo, y confío en que sepas perdonar las veces que nos pasamos
de la raya. Solo queremos ser cariñosos, pero nos traiciona la emoción. Por
suerte, tú eres siempre tan buena y tan simpática… te mereces todo lo bueno que
te pase. Te mereces todos los premios de teatro musical que haya por tu Sally.
El orgullo que se siente al verte pisar el escenario con tantísima fuerza y
cantar con tamaño sentimiento es demasiado grande como para digerirlo de una
sola vez (¡maestra!). Te mereces ser feliz siempre, por toda la felicidad que
nos aportas a nosotros simplemente por trabajar así y por ser tú.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Feliz cumpleaños, Cris. <o:p></o:p><br />
Siempre.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL5J64ZWamjyrOkVwpvED9XSoQOL0BWwOCrhyphenhyphenX1YRXYp75wVfu1dKsb_mcmIrua_SYgEgy_BgkLDLhUlvRcOR_dmz9rLrPOa4EqitRv-D9e8xIh2Pjfh9-ZP8AQkot6ROys1iWPMqrdgBy/s1600/CQzP_MUWUAATWfc.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL5J64ZWamjyrOkVwpvED9XSoQOL0BWwOCrhyphenhyphenX1YRXYp75wVfu1dKsb_mcmIrua_SYgEgy_BgkLDLhUlvRcOR_dmz9rLrPOa4EqitRv-D9e8xIh2Pjfh9-ZP8AQkot6ROys1iWPMqrdgBy/s320/CQzP_MUWUAATWfc.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<span style="background-color: black;"><br /></span>
<span style="background-color: black; color: white;"><span style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: medium; font-weight: bold; text-align: center;">And you can tell everybody this is your song</span><br style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: large; font-weight: bold; text-align: center;" /><span style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: medium; font-weight: bold; text-align: center;">It may be quite simple but now that it's done... </span><br style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: large; font-weight: bold; text-align: center;" /><span style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: medium; font-weight: bold; text-align: center;">I hope you don't mind</span><br style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: large; font-weight: bold; text-align: center;" /><span style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: medium; font-weight: bold; text-align: center;">I hope you don't mind that I put down in words</span><br style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: large; font-weight: bold; text-align: center;" /><span style="font-family: Arial, Helvetica; font-size: medium; font-weight: bold; text-align: center;">How wonderful life is while you're in the world</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0Madrid, Madrid, España40.4167754 -3.703790199999957640.0300434 -4.3492371999999575 40.8035074 -3.0583431999999577tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-39078520072269112372015-10-08T02:24:00.000-07:002015-10-08T07:46:04.273-07:00Cabaret<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDMeiJ1eFTAZ9Jgc1jbX0cccIc6OxpIF743UOCqSiHFNsTIXTh-kKuE_vc6e8EmdMNZBXtk8sOZi3br_VgxlhfROdsj2eX-Uo2lgCHciClBk2x_jmjXk1C7tW9yJs626ZChNGHSh9kkdb2/s1600/12003932_843973282388206_2784975012605862746_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="118" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDMeiJ1eFTAZ9Jgc1jbX0cccIc6OxpIF743UOCqSiHFNsTIXTh-kKuE_vc6e8EmdMNZBXtk8sOZi3br_VgxlhfROdsj2eX-Uo2lgCHciClBk2x_jmjXk1C7tW9yJs626ZChNGHSh9kkdb2/s320/12003932_843973282388206_2784975012605862746_n.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Berlín, 1931.<br />
Dejen sus problemas afuera...<br />
El eslogan que lleva definiendo a <i>Cabaret </i>(Joe Mastertoff, John Kander, Fred Ebb) desde su estreno sigue siendo válido en 2015, porque el principal valor del show continúa intacto: Cabaret es un espectáculo de primerísimo orden y un entretenimiento de dos horas y media en las que el espectador nunca mira el reloj. No hay tiempo. Hay demasiado que disfrutar, demasiados detalles a los que prestar atención, demasiado sobre lo que reflexionar antes, durante y después de la caída del telón.<br />
Se ha dicho hasta la saciedad que esta es la versión más espectacular jamás hecha en España del mítico musical que inmortalizó Bob Fosse en el cine. Si eso es verdad o no tendrá que decidirlo cada espectador. No nos engañemos: el listón que puso la versión de 2003, la que situó en el mapa a un entonces desconocido Asier Etxeandia y encumbró a Natalia Millán, está muy alto. El Teatro Alcalá con la platea repleta de mesas circulares simulando estar verdaderamente en el Kit Kat Klub sigue muy presente en la memoria de todos los que lo vieron. Pero no sufran. Este nuevo <i>Cabaret</i> de Jaime Azpilicueta (maestro de maestros de la dirección de musicales en España, a quien debemos el que para quien esto firma es la joya del género patrio, el <i>Jesucristo Superstar </i>producido y protagonizado por Camilo Sesto en los 70) es un regalo para el espectador. Esta vez, el Teatro Rialto se ha vestido también con sus mejores galas para pasar por el Berlín pre-nazi y el resultado es, como decíamos, un espectáculo verdaderamente impresionante. El impacto emocional de la historia sigue intacto, porque ante todo <i>Cabaret </i>es una muy buena obra teatral, canciones aparte, pero el efecto que logra crear en el espectador es casi de pura magia. Es como si todos los elementos encajaran a la perfección unos con otros. <i>Cabaret</i> es denuncia social, rabiosa y con una tensión in crescendo que acaba por hacerse insoportable sin resultar panfletaria. Es espectáculo puro y duro, picante ("Two ladies", la provocación absoluta), atrevido, entretenido (el número de "Money money" es para enmarcar) y con una música magistral. Y sobre todo es amor también, con la historia de Sally y Cliff, dos almas perdidas que se encuentran y enamoran en el peor momento. Todo eso es <i>Cabaret</i>, y funciona de forma sobresaliente en todas las facetas.<br />
Muchas veces se critica en los musicales hechos en nuestro país (y no sin razón) que no hay verdaderos actores interpretando los personajes. Hay cantantes excepcionales, bailarines de enorme talento, pero no actores que sean capaces de expresar todas las emociones de los roles. Este <i>Cabaret</i> también es distinto en eso. No solo cuenta con un extraordinario ensemble de danza y coro que hace un trabajo de apoyo espectacular, sino que los solistas brillan por encima de la media porque, aparte de cantar a la perfección, son también actores. Muy buenos actores. Y si no, observen a esa Marta Ribera que es una delicia de escuchar cuando canta y también cuando habla, una todoterreno que ya ha demostrado su versatilidad mil veces (<i>¡Ay, Carmela!, West Side Story, Chicago, Spamalot</i>, el propio <i>Cabaret</i> en su versión anterior... ¡si es que no hay nada que no haya hecho esta artista!) y aquí vuelve a emocionar en la piel de la atribulada Schneider. Junto a ella, formando una pareja realmente encantadora, está un soberbio Enrique del Portal poniendo voz y cuerpo a los millones de judíos a quienes esperaban los tiempos más tristes y oscuros de sus vidas. O ese Víctor Díaz espléndido cuyo Ernst cae tan bien al respetable hasta que se quita el abrigo y revela la esvástica que luce en el brazo. Pepa Lucas, como la alegre y algo ligera de cascos Kost, es una de las que más carcajadas aporta incluso cuando todo se vuelve negro.<br />
Los dos protagonistas masculinos merecen consideración aparte. Que Dani Muriel es uno de los mejores actores jóvenes de este país no es ninguna novedad para quienes hayan podido seguir sobre todo su trabajo en teatro (¿lo vieron en <i>Las heridas del viento</i> o <i>Los miércoles no existen</i>? Pues eso). Pero no deja de resultar sorprendente ya no sólo lo bien que canta (aunque cante poco) sino la maestría con la que plasma ese punto de cierta sosería inicial de Cliff, su posterior fuerza a la hora de enfrentarse a un mundo que se desmorona y por supuesto su aura de héroe romántico de Sally y de media platea. Un héroe romántico sin suerte, imperfecto, cuestionable, de sexualidad también un tanto ambigua, como la de casi todos los personajes de la obra, pero un personaje íntegro, valeroso y sincero en un ambiente en el que todos a su alrededor tienen miedo. Y un aviso. Si cuando vayan a ver la función tienen la inicial desgracia de perderse a Edu Soto, no sufran. Jose C. Campos es un regalo. Mordaz, sexy, atrevido, deslenguado, amanerado, exagerado pero nunca pasado de rosca o sobreactuado, su Emcee da los mejores y más divertidos momentos de la función. Imposible quedarse con uno solo, aunque ese previo al segundo acto que se marca (o ese fin del entreacto, como prefieran) es pura antología cómica y de improvisación. Aviso: si son vergonzosos, no se sienten en una butaca de pasillo cercana al escenario... y hasta ahí se puede leer.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKNL2PjZD4rKmQwX9t5qBGCkUcM-yrEXVk280evSl0uVbfc8-a4XAYHYRfdYB-PRgMUXM0yvAoCV9zYvSAQpZnlvOF9LQAKQ-fQYP5idEjFHIr9H2sEvJkS1qLZj-khEXP4K8HETI-3ito/s1600/CQUYmM7WwAE3Hp9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKNL2PjZD4rKmQwX9t5qBGCkUcM-yrEXVk280evSl0uVbfc8-a4XAYHYRfdYB-PRgMUXM0yvAoCV9zYvSAQpZnlvOF9LQAKQ-fQYP5idEjFHIr9H2sEvJkS1qLZj-khEXP4K8HETI-3ito/s320/CQUYmM7WwAE3Hp9.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Si antes se decía que esta versión tiene difícil luchar contra el recuerdo de la producción de 2003, sin duda más difícil todavía lo tenía Cristina Castaño, la nueva Sally Bowles. Liza Minnelli está en la mente de todos los espectadores, es uno de esos casos en los que el personaje se convierte casi en sinónimo de la actriz. Sin embargo, decir que Cristina salva la papeleta es quedarse muy corto. No es que se defienda, es que se come el escenario. La gallega tiene una presencia escénica poderosísima, magnética y especial, que hace que sea imposible apartar los ojos de ella cuando está en escena. Tal y como algunas críticas han resaltado, el baile es quizás la variable más débil de su ecuación, pero decir que no sabe bailar es de estar muy ciego. No es bailarina de carrera como las chicas del ensemble, de acuerdo, pero se mueve con una soltura que le va muy bien al personaje y en ningún momento da impresión de quedarse atrás. Además, qué importa eso cuando da un recital como el que da cantando e interpretando. Su Sally es encantadora, sexy (esa versión que se marca de "Don't tell mama"...), ingenua, de carácter difícil y también despreocupado, divertida e inmadura, y todo eso es capaz de plasmarlo Cristina, a veces incluso a la vez, con una sola mirada o con una inflexión de voz. Porque Cristina es muy cantante y muy actriz, y cuando mezcla las dos cosas (es decir, cuando interpreta lo que canta) es una delicia. Canta desde siempre, pero nunca había cantado tanto ni tan bien como aquí, y su versión de la celebérrima "Cabaret", llena de emoción, es ya un hito de la historia de los musicales en España. No ha nacido una estrella. Ya lo era, pero ha llegado el momento de que el mundo lo descubra por fin. Y que nunca se baje del escenario, por favor. Esa voz y esa sensibilidad son muy necesarias.<br />
Queda para el final, valga la redundancia, el final de la obra. Lo último que el público ve antes de que todo acabe, con todo el elenco presente en escena de una manera u otra. Una recomendación: no dejen que nadie se lo reviente. No dejen que se lo cuenten, porque les estarán estropeando uno de los momentos más tensos, terribles y espectaculares que sus ojos van a ver en las tablas de un teatro, ahora o siempre. Si después de que caiga el telón siguen escuchando un redoble de tambores, no se asusten. Son los latidos de su corazón, que sigue en shock por lo que acaba de pasar en el escenario. Puede que incluso les cueste reaccionar para empezar a aplaudir. Quita la respiración y revuelve el estómago y la conciencia. Porque sí, este Kit Kat Club es menos decadente y mucho más alegre y glamouroso que en otras ocasiones, pero la obra entera está impregnada de un marcado carácter sórdido y ciertamente espeluznante, y toda esa tensión termina por estallar en ese final tan inolvidable y explosivo. Por suerte para los espectadores y por desgracia para nuestro pobre mundo.<br />
Así pues, dejen sus problemas afuera. El Kit Kat está de nuevo abierto y esperando a que lo visiten. Y merece la pena, aunque este viaje a Berlín sea más amargo que dulce.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN_5mdFgc4Fr11WVlFnxSEL75b7N0pRLLOqI-Ic3XnqARlUdu9brXKjXBrfG8ap1zkUNkxy7Czgz2-lFih_ijls7pAlohfr9EeIzb1KsV2k4Gfa2zxRw9nt5N8BKg_XTAktBN2g8bEvFLV/s1600/Equipazo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN_5mdFgc4Fr11WVlFnxSEL75b7N0pRLLOqI-Ic3XnqARlUdu9brXKjXBrfG8ap1zkUNkxy7Czgz2-lFih_ijls7pAlohfr9EeIzb1KsV2k4Gfa2zxRw9nt5N8BKg_XTAktBN2g8bEvFLV/s320/Equipazo.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-50488214855093501172015-06-13T13:56:00.001-07:002015-06-13T13:56:38.605-07:00Jurassic World (2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Jurassic_World-330260664-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Jurassic_World-330260664-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
Vuelven los dinosaurios a la gran pantalla, y vuelven a lo grande.<br />
Jurassic World es una película de aventuras 100% pura. Es entretenimiento desde el primer minuto, es acción, es tensión, es sangre y muerte (aunque es menos contundente que sus dos primeras predecesoras, esperen a ver las apariciones del mosasaurio y por supuesto la espiral de matanza del Indominus Rex) y es un divertimento de primera. En pocas palabras, es mil veces mejor que Parque Jurásico III y es la perfecta película de verano. El espectador no se acuerda de mirar el reloj ni una sola vez. No hay tiempo. Hay demasiado que ver, demasiado que disfrutar una vez la acción se traslada al parque. Hacen falta más ojos para percibir todos los detalles, los efectos visuales son absolutamente espectaculares, la isla luce más bella y peligrosa que nunca y el mundo jurásico que es ya parte de la historia del cine nunca había parecido tan real y tan vivo. Además, la película es un no parar de escenas impactantes y momentos tensos llenos de acción. Es imposible listarlos todos y además estropearía la sorpresa, pero momentos como el del ataque de los dinosaurios alados, el primer encuentro entre Owen y el Indominus, los saltos del mosasaurus fuera del agua o la secuencia a bordo de la girosfera merecen ser destacadas como ejemplo de lo que la película tiene que ofrecer, que es entretenimiento sin freno con altas dosis de espectacularidad.<br />
Además, Jurassic World es un regalo para los fans de la saga. Su espíritu es quizás el más cercano al de la original de las tres secuelas estrenadas hasta la fecha y el metraje entero está lleno de guiños a la primera película. No los detallaremos aquí para no estropearlos, pero los fans acérrimos sin duda los van a reconocer y seguro que se emocionan al verlos acompañados del maravilloso "Jurassic Park theme" que compuso John Williams.<br />
No todo son buenas noticias. Los personajes son indudablemente más débiles que en la primera e incluso la segunda película de la saga (¡cómo se echa de menos a Alan, Malcolm, Ellie o Sarah! Por no mencionar al emblemático John Hammond) y son una suma de tópicos andantes (el héroe masculino y más listo que el hambre, la ejecutiva pija pero valerosa, los dos hermanos no muy bien avenidos que se unen ante el peligro, el desalmado y ambicioso empresario, etc), los diálogos no están demasiado cuidados y a veces dan vergüenza ajena, el romanticismo es un pegote absolutamente innecesario, algunas partes de la trama son simplemente absurdas (¿a qué viene la importancia que se da a las habilidades como piloto del propietario del parque?), el T-Rex vuelve a ser un poco invitado de honor y se hace esperar demasiado (aunque cuando aparece... cojan aire, si es que les queda) y el sentido del humor no siempre funciona (aunque en ocasiones es muy acertado... atención al personaje que interpreta Jake Johnson). En resumen, el guión no está ni de lejos cerca de tener la calidad del de Parque Jurásico, ni seguramente tampoco del de El mundo perdido. Sin embargo, apartando las inevitables comparaciones, hay que valorarla como lo que es, un entretenimiento de primera, y como tal el guión funciona perfectamente. También funciona perfectamente Chris Pratt como heroico guerrero (que le den ya a Indiana Jones...) y Bryce Dallas Howard, más acertada de lo previsto como jefa estricta y pija pero inteligente. En el otro extremo queda un Nick Robertson que tiene la misma cara cuando mira a las jóvenes visitantes del parque que cuando deambula perdido mientras lo acechan múltiples peligros.<br />
Mención aparte merecen los velocirraptores, de los que tanto se ha hablado por la percepción de animales domesticados que de ellos se podía tener viendo el trailer. Si durante la película se sienten estafados por lo que efectivamente parecen unos depredadores que obedecen a un humano y son acariciados como perritos (arneses metálicos de sujeción mediante, eso sí), esperen un poco más... el cambio que tan poco gustó a los más fans de la saga no es tal cambio. O quizás sí. Es cada espectador el que debe decidirlo. Lo que está claro es que la profesión va por dentro. Ojo a las escenas nocturnas de los raptores. Y hasta ahí podemos leer.<br />
Así pues, no esperen otra cosa que la más pura esencia de Jurassic Park: Dinosaurios como auténticos protagonistas, acción, aventuras y un enorme disfrute por volver a la isla Sorna y reencontrarnos con una fantasía que fascinó a muchos y sigue encandilando a todo el que la ve. Bienvenida sea de nuevo la visión de John Hammond.<br />
<br />
Lo mejor: La vuelta de la esencia más pura de la saga,el entretenimiento absoluto que ofrece y lo espectacular que luce todo.<br />
Lo peor: Los personajes son planos cual tabla de surf y algunos diálogos chirrían por su debilidad.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-1034448941384852352015-04-01T08:01:00.003-07:002015-04-01T08:02:59.471-07:00Cenicienta (Cinderella, 2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Cenicienta-979962068-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Cenicienta-979962068-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">No cabe la menor duda de que Disney vive uno de sus momentos más dulces en años.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Después de pasar por una severa crisis a principios de siglo con todas sus producciones animadas pinchando y confiando casi exclusivamente en Jack Sparrow y sus piratas del Caribe para salvar la papeleta de la casa de Mickey Mouse, las tornas parecen haber cambiado drásticamente para la más querida de las productoras. Los éxitos de Tiana y el sapo y Enredados en 2009 y 2010 (moderado en el caso de la primera, más rotundo en el de la segunda), allanaron el camino para el mastodóntico, incontestable e indudablemente extraordinario fenómeno de Frozen en 2014, quizás la primera película animada de la casa capaz de competir en fama y cariño popular con los grandes clásicos de los 90 o incluso de décadas pasadas de la casa del tío Walt. Con Maléfica la cosa también salió maravillosamente, al menos en lo económico. Ahora, nadando en dinero gracias a Marvel Films y sus superhéroes y a la espera de ver si Pixar se apunta a la fiesta con la recuperación de su mejor versión comercial y artística (cosa que (en lo artístico ya es más discutible) perfectamente podría suceder vista la espléndida pinta de Inside Out y las ganas que hay de The Good Dinosaur), todo son buenas noticias en Disney y se ve que quieren celebrarlo acercando de nuevo al público lo que más le gusta: los cuentos clásicos de siempre.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Cenicienta, para que se entienda rápidamente, es prácticamente un remake de la versión animada de 1950, la que enamoró y sigue entusiasmando a todas las generaciones que la ve. Eso es lo que es y no hay que esperar otra cosa. No hay que pedirle peras al olmo ni tiene sentido quejarse por su falta de originalidad, porque no pretende en ningún momento nada más que rendir homenaje a todos los tópicos del género y homenajear las historias de magia y princesas de toda la vida. Olvídense de la parodia mezclada con homenaje de Mirror Mirror (T. Singh, 2012), de las ínfulas guerreras de Blancanieves y la leyenda del Cazador (R. Sanders, 2012), de la desvergonzada y deliberada cutrez de Hansel y Gretel (T. Wirkola, 2013) o de la adolescente revisión de Caperucita Roja (C. Hardwicke, 2011). Esta Cenicienta es puro clásico, puro cuento y pura magia, y lo cierto es que el resultado, para quien le guste ese estilo, es una gozada.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Contando con un trabajo técnico verdaderamente espectacular (la recreación del reino es espectacular, y el vestuario y la dirección artística son magistrales), Kenneth Branagh se marca una de las películas más encantadoras vistas en mucho tiempo, emotiva, sentimental, llena de buenos valores y mejores intenciones, pero sin renunciar al sentido del humor (las carcajadas del público son constantes) ni por supuesto al romanticismo. Se permite además Branagh planos de gran belleza formal (ver los picados de Ella con la rama y de Kit abrazando al rey o las transformaciones de la calabaza y Ella para el baile) y filma una película que es un festival de luz y color, alegra el corazón del público con su buen rollo y además entretiene con un metraje que ni se pasa ni se queda corto. Secuencias como la del famoso baile, la magia del Hada Madrina, el primer encuentro en el bosque entre la pareja protagonista o el enfrentamiento entre Ella y Lady Tremaine, sin olvidar el final, son dignas de recordarse y resultan verdaderamente emocionantes de contemplar en la pantalla.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Entre los actores, hay que alabar la infinita dulzura e ingenuidad de Lily James, perfecta para el personaje principal y muy bien acompañada por un Richard Madden que compone un príncipe galante pero con un punto juguetón. Helena Bonham Carter no tiene que esforzarse nada para estar memorable como el Hada Madrina porque es un registro que la actriz inglesa domina hasta con los ojos cerrados. Cate Blanchett se lo pasa bomba y resulta deliciosamente maliciosa, aunque sus mejores escenas son aquellas más "dramáticas", por así decirlo (ver cuando cuenta su cuento a Ella o todo el final) y en las cómicas a veces resulta un poco histriónica, algo nada habitual en ella. Así, son unas soberbias Sophie McShera y Holliday Grainger quienes mejor llevan el peso cómico como las dos ridículas hermanastras, sin duda los personajes que más risas provocan.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">No se lleva la máxima nota porque tiene un gran fallo, que es la voz en off. Aunque queda justificada en los últimos segundos y a pesar de su conveniencia en los primeros compases de la cinta, después se convierte en un lastre innecesario que entorpece la cámara de Branagh y no aporta realmente nada más que irritación en el espectador. Se le puede perdonar porque el resto tiene un nivel superlativo, pero es una pena que nadie se diera cuenta de lo molesto que resulta ver la película con esa voz subrayándolo todo.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">En definitiva, una película sobresaliente para aquellos que amen los cuentos clásicos pasados por el tamiz de Disney y que debería serlo también para cualquier aficionado a las cosas bien hechas en el cine.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white;"><br style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;" /></span>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo mejor: Prácticamente todo y muy especialmente su enorme encanto y lo entretenida que es</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo peor: La voz en off es enormemente cansina y subraya innecesariamente las imágenes</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-50433865619417887002015-04-01T07:58:00.001-07:002015-04-01T07:58:09.597-07:00La serie Divergente: Insurgente (The Divergent series: Insurgent, 2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/La_serie_Divergente_Insurgente-483872859-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/La_serie_Divergente_Insurgente-483872859-large.jpg" height="320" width="225" /></a></div>
<br />Es fácil ver por qué en general se está considerando que Insurgente es mejor que su hermana mayor Divergente.<br />
Va más al grano, lógico teniendo en cuenta que es una segunda parte y por tanto no tiene tanto que explicar ni tantos personajes que presentar al espectador. Es más espectacular y posiblemente entretenida, y desde luego está mejor hecha. Robert Schwentke es superior como director a Neil Burger, maneja muy bien la acción y además cuenta con mejores medios técnicos (atención a las alucinantes secuencias de la simulación de Tris, verdaderamente impresionantes).<br />
Sin embargo, Insurgente tiene varios problemas demasiado graves como para darle más nota que un aprobado. El primero es un aviso para los fans de las novelas: esta película es bastante bastante diferente a la novela. Tan diferente, de hecho, que cuesta imaginar ahora cómo van a hacer las cosas en Leal Partes 1 y 2, el cierre de la saga. El segundo problema es la muy repetitiva y anodina estructura narrativa del guión. Continuamente se suceden las mismas cosas: calma, ataque, huida y vuelta a empezar. Una y otra vez. Y además no existe ninguna tensión en las escenas más allá del nervio que les imprime Schwentke, y de nuevo falla la película, como su predecesora, en plasmar la emoción y la sensación de peligro que sí tienen las novelas de Veronica Roth. El espectador está prudentemente alejado en su butaca y no existe implicación entre él y los problemas de los personajes. El guión, además, se inventa lo que quiere y cuando quiere, dedica gran parte del metraje al misterio de la dichosa caja (que jamás apareció en los libros) y termina resultando hasta aburrida, sobre todo en su segunda mitad. El enfrentamiento entre Tris y Jeanine es demasiado largo y, de nuevo, no posee un verdadero interés emocional, y el que tiene le es otorgado por la efectista música de Joseph Trapanese. Por otro lado, los personajes de Octavia Spencer y Ray Stevenson son meros comparsas, algo especialmente grave en el caso de Stevenson, pues su Marcus Easton sí es un personaje bastante importante en las novelas.<br />
Entre los actores, el más acertado sigue siendo Theo James, el único que encaja todo el rato en el personaje y en el tono de la película. Naomi Watts parece algo perdida, como si la cosa no fuera mucho con ella. Miles Teller tiene demasiado pocas oportunidades ara demostrar su enorme carisma (no se lo pierdan en Whiplash, por favor), aunque cuando aparece se come a todos los que tiene cerca. Ansel Elgort sigue resultando algo inexpresivo y soso, aunque es cierto que Caleb Prior también es así. Shailene Woodley está más cómoda como Tris aquí que en Divergente, pero sigue teniendo demasiados ratos de mirada alucinada perdida en el horizonte y otros en los que intenta emocionar a toda costa y no lo logra (ver la confesión de Tris bajo los efectos del suero de Verdad). Y Kate Winslet... pues Winslet sigue un poco con el piloto automático puesto, como tantas y tantas maestras de la interpretación (la más reciente Meryl Streep en Into the woods) cuando hacen cine puramente comercial, pero aporta más esta vez que en Divergente (ver las escenas de la simulación con Tris) y lo cierto es que es un gusto verla en la pantalla.<br />
En definitiva, una cinta correcta pero poco más, que igual satisface más a los que no sepan nada de las novelas que a los fans de la prosa de Veronica Roth.<br />
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Lo mejor: La dirección muy energética de Robert Schwentke, su superior factura técnica y el entretenimiento que ofrece.<br />
Lo peor: No emociona, no interesa, no entusiasma, no pone nunca toda la carne en el asador.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-1119108654691705692015-03-20T05:36:00.002-07:002015-03-20T05:36:46.939-07:00EL LENGUAJE DE TUS OJOS: Mirar, amar, vivir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Qu38cf7oCGTfOp8Cqc7eTud0i1qwB3qEP7OSvZDvHfhRht1MeRlIg_9EFl_EeatOfgvwDNuF65l_X71K9_aa_dkmXQXbTw7j_-DJ2LWQ6gjDU9yVagslOZ3Cna2Kqe51mvECjg5a41UV/s1600/B-ClezlIcAAUp61.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Qu38cf7oCGTfOp8Cqc7eTud0i1qwB3qEP7OSvZDvHfhRht1MeRlIg_9EFl_EeatOfgvwDNuF65l_X71K9_aa_dkmXQXbTw7j_-DJ2LWQ6gjDU9yVagslOZ3Cna2Kqe51mvECjg5a41UV/s1600/B-ClezlIcAAUp61.jpg" height="320" width="226" /></a></div>
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<i>El lenguaje de tus ojos</i>, versión de Amelia Ochandiano para Teatro de la Danza del texto original de Pierre de Marivaux, se estrenó en el Festival de Cáceres en junio de 2014 y fue recibida con cierta tibieza en las críticas posteriores a su representación en tierras extremeñas.<br />
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Ocho meses e imaginamos que no pocos sinsabores después (por el IVA cultural del 21% que ahoga al sector y por lo difícil que es poner en pie una obra de teatro en los tiempos que corren, tan desamparada anda la cultura por obra y gracia de nuestras autoridades), el equipo a las órdenes de Ochandiano ha llegado al Matadero de Madrid para compartir con el público de la capital esta historia, cómica y dramática al mismo tiempo, de enredos, amores secretos, amistades amenazadas por los celos y corruptelas diversas en el ámbito político (¿les suena?).<br />
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Para quienes vieran la obra en sus inicios (esta servidora, en el Festival de Alcalá), una de las cosas que más llama la atención de <i>El lenguaje de tus ojos</i> en la actualidad es lo matizada y en última instancia mejorada que está la obra. No es que antes no fuese buena, que lo era y mucho, sino que se nota mucho el casi año de gira constante por España y las funciones acumuladas. La función está mucho más hecha, más segura, rueda sola con su propia maquinaria y funciona a la perfección como solo las obras con mucho y buen rodaje por los escenarios más diversos pueden tenerlo. En definitiva, verla ahora supone una experiencia mucho más gratificante que en sus inicios porque hay una sensación de conjunto muy bien ensamblado, de confianza absoluta entre los que están encima y detrás del escenario y de compromiso absoluto con el material que tienen entre manos: es muy bueno, lo saben y lo defienden como tal.<br />
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El texto sí es el mismo, y sigue tan brillante como siempre. Ochandiano no es, como se comentará después, solo una enorme directora de actores, sino además también una excelente traductora. Suya es la versión del texto que se representa en , y cualquiera que sepa un poco del tema (quien esto firma tiene en su haber un master en Traducción Literaria) se dará cuenta de que ha creado un libreto verdaderamente maravilloso que cumple con lo que se había propuesto Ochandiano: que el público no pierda de vista que la época en la que sucede la historia no es la actual y que se encuentra mirando cual voyeur un ambiente aristocrático, y que a la vez el lenguaje no suene pasado ni antiguo, dificultando su comprensión.<br />
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Si buscan una obra que los entretenga, los divierta, los emocione y les haga olvidarse de sus problemas durante dos horas, <i>El lenguaje de tus ojos</i> puede muy bien ser su obra. Esperen a desternillarse con las ocurrencias del pícaro Arlequín o de su resabiada novia Luisita, reconozcan (o reconózcanse a sí mismos, quién sabe) en los tejemanejes de Federico por el poder a muchos de los que gobiernan hoy en día, emociónense con los sentimientos a ocultar por parte de Hortensia y Lelio, una desdichada pareja de enamorados que no pueden amarse sin traer desastrosas consecuencias para un reino y para ellos mismos, y sufran con el dolor de la princesa de Barcelona. Deleiten sus oídos con la voz de Cristina Castaño cuando canta para el público asistente. O dejen que sus ojos se maravillen con la excelsa escenografía cinegética tan simbólica y con las coreografía y movimientos escénicos, también creados por Ochandiano, que acometen los seis actores con encomiable dedicación y a veces sufrimiento (que se lo digan a Itziar Atienza, inolvidable Hortensia, quien tuvo un serio percance con uno de los bancos que obligó a suspender una función debido a la lesión que se produjo). Sea cual sea su interés no saldrá decepcionado, pues es una función que tiene de todo y para todos, que emociona, que divierte, que entretiene y que reflexiona muy valiosamente sobre aquello que se quiere decir y no se dice, sobre lo que transmiten las miradas cuando las palabras callan y sobre el precio de todas las cosas, desde la dignidad a la amistad pasando por supuesto por el amor, fuerza motora de casi todo en las páginas de Marivaux.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6GW87SpMwfDXvvi_sPa5OtpjrchwHxT5O02z1ssqdl3tmmkz-CtHHbKb-q_mNZ7GeURlLQcMJJ3_PfhMNji_kZk6kh9sL3aRhyfMQHCSYMj3Qmv8oM2LYBiSTZCLytcxXCH8XA9IvqNBX/s1600/cristina_e_ikerbaja.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6GW87SpMwfDXvvi_sPa5OtpjrchwHxT5O02z1ssqdl3tmmkz-CtHHbKb-q_mNZ7GeURlLQcMJJ3_PfhMNji_kZk6kh9sL3aRhyfMQHCSYMj3Qmv8oM2LYBiSTZCLytcxXCH8XA9IvqNBX/s1600/cristina_e_ikerbaja.jpg" height="213" width="320" /></a></div>
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Y sobre todo caigan rendidos si así lo desean a los pies de los seis actores que pone sobre las tablas Ochandiano y de cómo los mueve y lleva la directora con esa mano maestra que tiene para ello. Rebeca Valls, Beatriz Bergamín y Jacobo Dicenta andan inmersos en otros proyectos y no han podido llegar a Madrid con la gira, pero no se desanimen si les encantaron en los primeros compases de la gira. Itziar Atienza es un regalo del cielo en la piel de Hortensia, como lo era Valls. Es sin duda una de las favoritas del público que llena cada noche el Matadero, y no es por casualidad, porque Atienza es una mezcla sobresaliente de dulzura, talento cómico y enorme carisma. Mariola Fuentes, quien recoge el testigo de Bergamín como Luisita, tiene un registro vocal y un físico ya de por sí enormemente adecuados para la comedia. Rezuma simpatía por los cuatro costados, imprime una comicidad abrasiva en cada frase que pronuncia y es relevante incluso cuando parece que no está, medio trepando escondida por detrás de la escenografía. Juanjo Cucalón, por su parte, está simplemente enorme en la piel de Arlequín, divertido, sin pasarse un pelo, nada histriónico, encantador y tierno también.<br />
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Entre los veteranos de la función, Juan Gea está simplemente soberbio en la piel de un personaje que mira solo por sus propios intereses amparado en la bandera del bien común. Iker Lastra es el prototipo de perfecto galán clásico y resuelve muy bien la dificultad de interpretar al que quizás, por exigencias de la historia, es el personaje de inicio menos definido y mas misterioso. Y qué decir a estas alturas de Cristina Castaño, una actriz que tiene una capacidad abrumadora e inagotable para ser creíble en cada cosa que haga, que mira de una forma sobrenatural, que transmite y dice todo incluso cuando calla (¿han visto qué silencios hace? magistral), que proyecta la voz como nadie (¿han escuchado, eternos enemigos de los actores que han alcanzado la fama por la televisión que los machacan sin piedad cuando vuelven al teatro?) y que realiza un trabajo maravilloso en cada una de las etapas por las que pasa su personaje: la ingenua y emocionada enamorada del principio, la mujer dolida y traicionada del segundo acto y la gobernante dura pero eminentemente buena del final.. Pasará el tiempo y la gente hablará de Castaño quizás no con la misma reverencia como hoy se habla por ejemplo de Nuria Espert, pero sí como una de esas actrices que consiguen lo más difícil, que es gustar a todo el mundo y ser alabada y reconocida allá donde vaya como una profesional del más alto nivel. Porque Cristina Castaño es una de las mejores actrices de este país, de su generación y de cualquier otra. Poco más hay que decir.<br />
<br />Quedan tres funciones de <i>El lenguaje de tus ojos</i> en Madrid. Háganse un favor. No se lo pierdan. y si ya han ido, repitan. ¿No se puede decir con un par de ojos todo lo que se quiere? Sí, si eres Amelia Ochandiano y su maravilloso equipo.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-85877651426518289252015-03-01T08:09:00.002-08:002015-03-01T08:09:33.838-08:00Kingsman. Servicio secreto (Kingsman. The secret service)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Kingsman_Servicio_secreto-485444831-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Kingsman_Servicio_secreto-485444831-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
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Kingsman viene a ser al género de acción y espías como Kick Ass al de superhéroes. Lógico, teniendo en cuenta que ambas adaptan cómics de Mark Millar.<br />
También repiten las dos películas director, y con enorme acierto. Matthew Vaughn es un tipo muy clásico cuando quiere (X-Men), en la mejor tradición de Richard Donner, y también sabe ponerse moderno y original cuando lo exige la propuesta. Eso es lo que sucede en Kingsman. Vaughn recurre constantemente en las escenas de acción a los travellings furiosos y los zooms para apreciar bien la violencia (más destacada de lo que cabría imaginar) y el resultado es ciertamente espectacular y estéticamente muy interesante. La película es francamente entretenida, gamberra, rompedora, frenética y sobre todo tiene ese aire de algo nuevo, de querer separarse de Bond o Bourne y hacer algo que esté a medias entre el homenaje y la parodia respetuosa y sale más que victoriosa de ello. Además, es un regalo ver a Colin Firth en un registro nuevo, combinando su habitual etiqueta de gentleman con unos mamporros y un sentido del humor que le vienen muy bien. A su lado, gente sobre la que poco queda ya por decir como Samuel L. Jackson, Michael Caine o Mark Strong y el joven Taron Egerton, muy carismático y simpático.<br />
No es perfecta porque dura dos horas y eso obliga a extender innecesariamente segmentos como el del entrenamiento de Eggsy (con noventa minutos hubiese sido más que suficiente) y porque la historia desde el principio es una acumulación de tópicos (otra vez la trama del joven sin futuro que se convierte en un super espía de la mano de uno o varios mentores experimentados), pero se le perdona porque el disfrute es enorme.<br />
Un disfrute casi absoluto para los cinco sentidos. Y habrá secuela. Esperable, sin duda, pero también algo a celebrar.<br />
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Lo mejor: El entretenimiento que desprende, su desvergüenza y la excelente realización de Mattthew Vaughn.<br />
Lo peor: Es demasiado largaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-90095788538040324912015-02-22T07:44:00.003-08:002015-02-22T07:44:58.884-08:00El libro de la vida (The book of life, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/El_libro_de_la_vida-733755442-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/El_libro_de_la_vida-733755442-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
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En una suerte de anticipación al largamente acariciado proyecto de Pixar sobre el Día de Muertos, El libro de la vida ahonda en las tradiciones y la mitología aztecas acerca de la Muerte y sus personajes sucedáneos, mezclando amor, amistad, rivalidades, toreo y la eterna búsqueda del destino y el propio camino para ofrecer un resultado que queda a medio camino entre Hércules (no me digan que Xibalba y La Muerte no les recuerdan a Hades y demás dioses de la cinta de Disney, por no mencionar la búsqueda de Manolo de su propia identidad como ser humano, muy similar al del héroe tebano) y el mito de Orfeo y Eurídice. Dicho sea de paso, la película no es demasiado original en nada y no presenta ni una gran historia ni tampoco un guión que merezca la pena recordar por siempre con cariño. Lo que sí es novedosa es su animación, fantástica y colorista como la que más (a ratos parece casi una película de las que filma Guillermo del Toro, su productor, en imagen real; atención a toda la secuencia en el Reino de los Recordados), y ese sabor rabiosamente mexicano de toda la propuesta, pese a presentarse en inglés mayoritariamente y con bandera estadounidense. El respeto y cariño hacia las tradiciones del país norteamericano son contagiosos y el espectador permanece fascinado por la gracia, el encanto y la simpatía de personajes y propuestas creativas durante todo el metraje.<br />
Los momentos más bajos son los de las canciones (¿qué necesidad había de que fuese un musical?), que ralentizan el ritmo de la película, pero se le puede perdonar aunque objetivamente la historia que se nos cuenta no sea gran cosa, porque El libro de la vida es imaginativa, encantadora y brillante de sobra como para recomendar su visionado.<br />
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Lo mejor: La animación, su gran encanto y la fascinación que siente y transmite hacia México y sus tradiciones.<br />
Lo peor: No le hacía falta ninguna ser un musical... y no nos engañemos, la historia no es nada del otro jueves.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-53962532240124578942015-02-19T12:18:00.002-08:002015-02-19T12:18:56.005-08:00Magical girl (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Magical_Girl-737108468-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Magical_Girl-737108468-large.jpg" height="320" width="226" /></a></div>
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Es muy difícil hablar de Magical Girl sin desvelar nada de su sorprendente argumento y desarrollo.<br />
Más difícil todavía es encontrar palabras para hablar de su grandeza, porque Carlos Vermut ha creado no solo la que es probablemente la mejor película de 2014 de cualquier nacionalidad, sino una de las mejores películas españolas de todos los tiempos.<br />
Resulta cada vez más difícil encontrar películas que no se queden en la superficie, que profundicen, que no tengan apenas defectos y si los tienen sean tan mínimos que se les perdonen, que tengan personajes maravillosos y complejos, que resulten atrevidas, turbadoras y bellas al mismo tiempo, que hagan pensar, que asqueen, que produzcan miedo y que aun así sea imposible apartar los ojos de la pantalla de puro fascinantes que son las imágenes. Magical Girl tiene todas esas características. No se dejen engañar por su ritmo sosegado o por los a veces minutos enteros sin diálogo. No es una película aburrida ni pesada. La tensión de la trama (a veces casi insoportable), los secretos que guarda, lo que se insinúa y no se dice nunca, la situación de cada personaje y cómo se demuestra que no existe una única verdad son razones más que de sobra para no pestañear siquiera ante la tela de araña que teje Vermut para los espectadores. Una tela en la que, a poco que se tenga un mínimo de sensibilidad y gusto cinéfilo, se ve uno atrapado sin remedio y hasta el final. O incluso después del final. Magical girl es un regalo, un plato exquisito lleno de tantos detalles y aristas que desearán saborearlo más de una vez.<br />
Entre los actores, fíjense cómo estará el nivel que José Sacristán, en la que es quizás su mejor interpretación en años (y ya es decir) no es el más destacado. Ni siquiera con ese tercio final de antología que se marca. Israel Elejalde es un ejemplo de profesionalidad y precisión en cada mirada y cada frase. Lucía Pollán resulta hipnótica y, sí, mágica. Luis Bermejo hubiera ganado todos los premios del mundo de no haber estado Javier Gutiérrez por La Isla Mímina, y con toda justicia porque lo que hace es simple y llanamente soberbio, un trabajo propio de un maestro. Y Bárbara Lennie también podría haber compartido premios con Macarena Gómez y su tour de force en Musarañas, pero no puede haber discusión cuando Lennie hace lo que hace en esta película. La protagonista de Obaba lleva diez años trabajando al más alto nivel, entregando uno tras otro trabajos de calidad superlativa, en teatro y en cine, convirtiéndose paso a paso en una de las más grandes. Su homónima Bárbara de Magical girl tendría que ser de visionado obligatorio para cualquiera que desee dedicarse a la interpretación. Es de otro mundo.<br />
En dos palabras: obra maestra. No se la pierdan, por favor.<br />
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Lo mejor: Todo<br />
Lo peor: NadaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-79037920940754026742015-02-18T08:30:00.001-08:002015-02-18T08:30:16.649-08:00Cincuenta sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, 2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Cincuenta_sombras_de_Grey-812935253-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Cincuenta_sombras_de_Grey-812935253-large.jpg" height="320" width="201" /></a></div>
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Cincuenta sombras de Grey.<br />
¿La película del año, el truño del año, uno de los exitazos del año?<br />
Las dos primeras son discutibles y dependerán de los gustos. La tercera, visto el impacto de sus primeros días en exhibición, parece ya asegurada.<br />
Vaya por delante que quien esto escribe no ha leído las novelas de E.L. James que han inspirado esta película y sus dos futuras secuelas (o más bien lo intentó pero no pasó del cuarto o quinto capítulo), por lo que este comentario no va a tratar sobre lo bien o mal que pueda estar adaptado el best-seller o lo mucho o poco que vaya a complacer en sus cambios a los fans. Pero no hace falta haber leído los libros para darse cuenta de que es una película hecha exclusivamente para los/las devotos/as de Christian Grey y Anastasia Steele y que seguramente ellos son los únicos que van a poder disfrutar la película.<br />
Vayamos primero con lo bueno, porque no todo es horrible en la cinta de Sam Taylor-Johnson. Cincuenta sombras de Grey posee una acertadísima banda sonora (nos referimos a la selección de canciones más que a la partitura original de Danny Elfman, que aunque siempre cumple porque es un músico excepcional, no hace uno de sus mejores trabajos aquí) y algunas escenas están envueltas en un sentido del humor que le viene muy bien a la trama (atención a la escena en que Ana y Christian discuten algunos puntos de su "acuerdo" mientras cenan, o cuando se ven interrumpidos por la madre de él).<br />
Lástima que ese sentido del humor puntual no se mantenga durante el resto del metraje, porque lo que es Cincuenta sombras de Grey, tonterías y prejuicios aparte (porque hay críticas negativas por ahí que son para leerlas también...), es una cinta de ritmo asombrosamente lento y bastante aburrida salvo en ciertos segmentos de la misma. Y eso no tiene vuelta de hoja. Los minutos avanzan con pesadez extrema porque toda la narración, si se la puede llamar así, gira en torno a una única idea, que es la de la lucha de Anastasia entre lo que le dice la cabeza y lo que le dice el corazón. O la entrepierna. ¿O ambas cosas? El problema es que de donde había poco, muy muy poco (es decir, la novela original) tampoco se puede sacar gran cosa, pero sorprende que incluso eliminando algunas de las cosas más molestas del material literario, como los monólogos interiores de Ana o las páginas y páginas dedicadas a los e-mails picantones, haya salido una película tan sumamente aburrida, tan plana y tan poco estimulante. Y eso sin entrar, por supuesto, en el enorme debate que se puede generar a partir del fondo de la historia, con esa heroína tan pánfila seducida por un hombre con tics de psicópata de película de terror (no se pierdan la escena en que Christian enseña a Ana su cuarto BDSM y no pierdan detalle de la música de thriller criminal que la acompaña y del aspecto de cámara de tortura que tiene el tema. Que cualquier persona normal saldría corriendo, vaya... y no me hagan mencionar casos como el de Ted Bundy), que sucumbe ante los regalos caros y tiene tan poca autoestima que le da casi igual todo lo que él le haga. Dejando eso a un lado, no existe nada atrayente en el filme para los espectadores novatos en las Sombras de Grey. Ni los personajes interesan (apenas aprendemos nada de ellos más allá de que son guapísimos y les gusta hacer ciertas cosas en la cama) ni hay una verdadera trama que desarrollar.<br />
Vayamos al tema del sexo. Sorprendentemente es uno de los puntos fuertes de la pelicula, pues aunque está rodado por Taylor-Johnson como si fuera un videoclip estéticamente bello (olvídense de la carnalidad de los clásicos del género de Adrian Lyne o del Instinto básico de Paul Verhoeven), hay más desnudos y más audacia de la que se podría haber imaginado siendo una película de Hollywood con visos de resultar muy comercial.<br />
Entre los actores, los secundarios tienen tan poco peso y aparecen tan de cuando en cuando que es difícil opinar sobre su interpretación o esfuerzo, pero sí es verdad que da penita ver a una actriz como Marcia Gay Harden semejantes fregados. Jamie Dornan posee físico más que de sobra para acometer el papel y tiene momentos inspirados (la conversación en el coche entre Christian y Ana, la conversación previa a las primeras relaciones que tienen o cuando rechaza las ideas de Ana sobre salir a cenar o dormir juntos), pero en general se lo ve incómodo todo el rato y sin saber muy bien qué cara poner, por lo que acaba poniendo... más o menos la misma cara todo el rato. No se sabe si no ha cogido el tono del personaje, si no tuvo tiempo de preararlo debidamente o si una vez dentro empezó a preguntarse qué demonios estaba haciendo ahí, pero el norirlandés anda bastante perdido entre tanto traje elegante y tanto bondage. Una lástima, porque ha demostrado en series como The fall o Once upon a time y películas como Volando a casa (donde es lo mejor de la misma, por cierto) que tiene madera para mucho más. Y por supuesto, se ve sobrepasado en todo momento por una gran Dakota Johnson con quien no tiene demasiada química (por mucho que en la promoción se hayan empeñado todos en recalcar lo contrario) y que domina la cinta de principio a fin. Es Johnson quien hace que el visionado tenga algo de interés y quien proporciona algo de credibilidad a las dudas y la personalidad exageradamente ingenua de Anastasia.<br />
En resumen, una película para los fans de la novela exclusivamente (y para qué negarlo, con eso le basta y le sobra para convertirse en un taquillazo) y sin prácticamente nada atrayente para los que no lo sean de inicio. Gran error de muchas, demasiadas adaptaciones literarias. Claro que no siempre el material original es tan sui generis como este. Pero qué quieren... sexo y dinero es la combinación que mueve el mundo, para bien o para mal.<br />
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Lo mejor: Dakota Johnson, la selección de canciones de la banda sonora y la sorprendente cantidad de sexo para ser una película estadounidense de clara vocación comercial.<br />
Lo peor: Es difícil quedarse con una sola cosa... la palma se la disputan los sonrojantes diálogos, lo poco o nada creíble que resulta desde el principio o lo aburrida a (demasiados) ratos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-64778798893716237672015-02-17T12:16:00.000-08:002015-02-18T08:29:01.399-08:00Relatos salvajes (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Relatos_salvajes-102488639-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Relatos_salvajes-102488639-large.jpg" height="320" width="228" /></a></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 12px;"><br /></span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">Damián Szifrón, creador de las versiones originales de Hermanos y detectives o Los simuladores, ha conseguido con su tercera película la cinta definitoria de su carrera, aquella por la que va a ser recordado siempre.</span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">No es extraño que las críticas hayan sido tan unánimes con Relatos salvajes, porque se trata de una película casi perfecta y absolutamente fascinante. Precisamente es eso lo que más llama la atención de la propuesta de Szifrón, su arrolladora capacidad de mantener la atención del espectador, de engancharlo a las diferentes historias, de mantenerlo en tensión e intrigado, de divertirlo y de sacudirlo continuamente con las sorpresas de la historia. Desde ese prólogo tan extraordinariamente tenso hasta la surrealista historia de la boda, pasando por ese ingeniero Bombita que somos todos los ciudadanos que sufrimos las injusticias burocráticas, por esos dos conductores enfurecidos hasta el extremo, esa familia al límite de la legalidad o esa sufriente camarera en tan comprometida situación de vida o muerte, Relatos salvajes atrapa desde su primer segundo y no deja de pisar el acelerador hasta los títulos de crédito. Hay muchos adjetivos que se le pueden a la película. Tarantiniana podría ser uno de ellas (atención a la historia de los dos conductores o al momento en que Fisher paga su segunda multa a cámara lenta y con esa música). Salvaje desde luego. Brillante lo merece sin duda. Pero todo está al servicio del leitmotiv principal de la película, que no es otro que la venganza y lo poco, poquísimo que hace falta para prender la mecha en los seres humanos y que se conviertan en bestias irracionales. Szifrón reflexiona sobre los instintos más primarios del hombre con una precisión y una dureza considerables, aunque camuflada bajo la interesante bandera del humor negro.</span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">Entre los actores, todos soberbios, destaca el excepcional trabajo de Rita Cortese, espeluznante e implacable, Leonardo Sbaraglia, maravilloso en el rol de capullo que va de víctima a verdugo y vuelta a empezar, y por supuesto Ricardo Darín, que es uno de los mejores actores del mundo y aquí lo vuelve a demostrar. Exhibiendo esa capacidad innata que tiene para dar vida a tipos normales y corrientes, Darín domina su historia de principio a fin con una personalidad, carisma y talento que asombrarán incluso a sus devotos en la piel de Simón Fisher, ese hombre que podríamos ser cualquiera.</span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">Como se ha comentado antes, la película es casi perfecta. Las dos últimas historias no están al superlativo nivel de las otras cuatro, especialmente la de la familia en apuros, demasiado extendida en su metraje. Pero es un defecto tan mínimo que hay que perdonárselo y reconocer a Relatos salvajes como una (casi) obra maestra, una de las películas más estimulantes, fascinantes, brillantes y, sí, salvajes no solo de 2014 sino también de los últimos años.</span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;"><br /></span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">Lo mejor: Prácticamente todo: guión, realización, interpretaciones, su humor negrísimo, sus agallas...</span></span></div>
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: black; color: white; font-size: 12px;">Lo peor: Las dos historias finales no están a la excelsa autora de las otras cuatro</span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-75996738217793379082015-02-14T08:23:00.000-08:002015-02-14T08:23:10.241-08:00El destino de Jupiter (Jupiter ascending, 2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/El_destino_de_J_piter-967680151-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/El_destino_de_J_piter-967680151-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
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Sin duda la película menos lograda de los Wachowski hasta la fecha, El destino de Jupiter es una película que se puede resumir en una sola palabra: fallida.<br />
No se trata de que sea menos original que bailar el vals en una boda ni de que todo suene ya a visto antes (son incontables las cosas que coge sin pudor de Star Wars, Terminator o la propia Matrix de los Wachowski). Tampoco se trataba, efectivamente, de que Andy y Lana crearan una película definitiva y definitoria del género como fue la primera Matrix. Ese nunca fue el propósito. Lo malo es que el propósito que sí tenían en mente, que es el de entretener, se cumple solo más o menos (qué larga se hace en algunos tramos... 90 minutos hubieran sido más que suficientes) y al final lo que queda en la memoria del espectador son solamente los excelsos medios técnicos con que se ha hecho la película. No hay mucho lugar para que nadie vaya a recordar en el futuro a Jupiter o Caine como personajes que merecen un hueco en su corazón, ni tampoco seguramente se pensará que las aventuras vistas en pantalla son las más apasionantes de sus vidas. De hecho, no sería de extrañar que todo lo visto se haya olvidado a las pocas horas de salir del cine, porque Jupiter es cine de usar y tirar, una montaña rusa impecable en lo visual y ciertamente entretenida (repito, a ratos), pero sin un fondo que admirar o unos personajes por los que sentir simpatía o miedo.<br />
Afortunadamente sí es entretenida como para aguantar bien el visionado y tiene una pareja protagonista muy carismática que forman la siempre interesante Mila Kunis y el muy en boga Channing Tatum. Lo demás son buenas intenciones pero cero inventiva para llevarlas a cabo más allá de la esplendorosa tecnología.<br />
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Lo mejor: Los efectos visuales y la pareja protagonista.<br />
Lo peor: Es difícil decidir entre la vergonzosa presencia del habitualmente estupendo Eddie Redmayne y lo simplona e infantil que es la historia.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-55922220375942013992015-02-09T08:28:00.000-08:002015-02-09T08:28:58.657-08:00Hermosa juventud (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Hermosa_juventud-848620344-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Hermosa_juventud-848620344-large.jpg" /></a></div>
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Con cuatro trazos muy sencillos, con unas llamadas por Skype y unas fotos en un teléfono, con unos actores en estado de gracia (sobre todo la sobrenatural Ingrid García Jonsson), Jaime Rosales hace la que es no solo la película más comercial y convencional de su carrera hasta la fecha, sino además una gran película y un desgarrador retrato de la futilidad en que se han convertido las vidas de muchos jóvenes en este país. Rosales ducha de crudo realismo las peripecias vitales y laborales de una pareja protagonista que podría ser cualquier pareja joven española, llenos de problemas, preocupaciones y muchas piedras en el camino, mediante un guión lleno de frases que suenan desgraciadamente naturales y cercanas.<br />
Gran trabajo de Rosales y su equipo para poner caras y voces concretos a un gran problema nacional como es el del paro y la pérdida de ilusiones juveniles, que caminan de la mano con la ausencia de futuro.<br />
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Lo mejor: Desgraciadamente, su realismo y naturalidad. E Ingrid García Jonsson.<br />
Lo peor: Podría ser un poco más corta y a ratos el ritmo es tirando a lento.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-29634464328755727642015-01-21T14:01:00.002-08:002015-01-21T14:01:56.099-08:00El año más vilento (A most violent year, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/El_a_o_m_s_violento-804805768-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/El_a_o_m_s_violento-804805768-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
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El año más violento es sin duda una de las películas más estimulantes del año.<br />
De forma realmente extraordinaria, J.C. Chandor entrega una película que es puro cine negro sin necesidad de hablar de mafia o matones (o quizás sí...), construida en base a un guión lleno de momentos de gran tensión, muy bien escrito y con un gran diseño de los personajes principales. Desafortunadamente, ese mimo no existe en los roles secundarios y la película se resiente bastante por ese lado, pero en general el balance es realmente notable porque el espectador tiene la sensación de estar viendo algo fascinante, una película que verdaderamente cautiva su imaginación y lo engancha desde el principio. Por supuesto hay que destacar el retrato que Chandor realiza de la violencia, vista aquí casi como algo inherente a la sociedad y a la gran ciudad, y cómo el ser humano siempre termina pisando al que tiene al lado para sobresalir cueste lo que cueste y triunfar, aunque sea a costa del otro.<br />
No se entiende muy bien cómo es posible que Oscar Isaac y Jessica Chastain no hayan sido nominados a más premios de la temporada "premiable". El guatemalteco va camino de convertirse en un actor todoterreno de esos que valen para cualquier género o personaje, que igual te clavan sensible músico para los hermanos Coen que este tiburón sin escrúpulos al que interpreta en El año más violento. Su presencia llena la pantalla cada vez que aparece y el espectador no duda en ningún momento de que tiene las armas para salirse con la suya. Otra presencia magnética es la de Chastain, que debería estar en los Oscar en el lugar de Meryl Streep (cuyo trabajo en Into the Woods es bueno, pero ni mucho menos es de Oscar). Chastain es una de esas actrices cuyo trabajo está siempre lleno de rigor, carisma y enorme talento, lo cual es un regalo para el espectador. Atención por ejemplo a la escena en que muestra a su marido un arma que una de sus hijas ha encontrado en el jardín. Un ejemplo de fuerza de una actriz extraordinaria.<br />
En definitiva, una notabilísima película acerca del ascenso social, la violencia y los arrestos que hay que tener en la vida. Para todo. No es mundo este para corderos, sino para lobos.<br />
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Lo mejor: Oscar Isaac y Jessica Chastain, monumentales, y la tensión de la cinta (ojo a las persecuciones por el puente y la que lleva a cabo Abel por las calles más sucias de la ciudad)<br />
Lo peor: Le falta un poco más de definición en los personajes secundarios y no se puede negar que resulta un tanto tópica.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-80741143396912187852015-01-20T03:53:00.001-08:002015-01-20T03:53:37.117-08:00Escobar: Paraíso perdido (Escobar: Paradise lost, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Escobar_Para_so_perdido-354956535-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Escobar_Para_so_perdido-354956535-large.jpg" height="320" width="235" /></a></div>
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Escobar, dirigida de forma bastante correcta por el debutante Andrea Di Stefano, no es un biopic al uso sobre el homónimo Pablo Escobar, famoso narco colombiano muerto en 1993. Es más bien una repetición de la fórmula que tan bien explotó Kevin Macdonald en El último rey de Escocia, es decir, la historia de cómo un ciudadano normal (se llame Nicholas Garrigan en la cinta sobre Idi Amin o Nick en esta película) se ve seducido por el carisma y poder popular de un personaje nada recomendable que se dedica a negocios de lo más sucios. Es decir, es la historia de la sociedad que se pone la venda en los ojos y permite que ocurran atrocidades.<br />
La idea, como decimos, no es mala, pero Di Stefano no la explota de una manera que merezca la pena recordar. Es entretenida, sí, y cuenta con un buen trabajo de sus actores principales, pero ahí acaba lo bueno. Lo demás es un conjunto de tópicos montados unos detrás de otros, una estructura narrativa de lo más telefilmesca, argumentos superfluos (¿qué aporta realmente la historia de amor a la trama principal?) y sobre todo una desconexión absoluta entre público y personajes. No se crea en ningún momento un interés en el espectador por saber qué va a ocurrir al final con Nick, Pablo o María, si sobrevivirán, morirán, se casarán o qué demonios harán después con sus vidas. Lo más destacado, como se decía antes, es la presencia de un Benicio del Toro imponente. Había pocos actores que pudieran interpretar un personaje con tantas luces y sombras como Escobar, y sin duda el puertorriqueño era uno de ellos. Su sola presencia física impone respeto y no deja lugar a dudas acerca del poder del personaje, y su interpretación es todo carisma y magia. No sería justo olvidar tampoco a la española Claudia Traisac, muy meritoria en un rol de adorno que aporta bastante poco a la trama, y por supuesto a Josh Hutcherson, cada vez más y mejor actor.<br />
En definitiva, una película para un tarde aburrida de fin de semana, adecuada para empezar a conocer quién fue Pablo Escobar pero poco lustrosa en lo cinematográfico, que al fin y al cabo es lo que importa.<br />
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Lo mejor: Benicio del Toro<br />
Lo peor: No tiene nada realmente destacable más allá de las interpretacionesUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-6383206155061357532015-01-16T11:44:00.001-08:002015-01-16T11:44:30.016-08:00El séptimo hijo (Seventh son, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/El_s_ptimo_hijo-401111586-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/El_s_ptimo_hijo-401111586-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
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Resulta curioso lo mucho que le cuesta encontrar a la fantasía moderna la credibilidad.<br />
En los 80, películas como La Princesa Prometida o La Historia Interminable nos convencían sin problemas de que estábamos en Florín o Fantasía, tierras inventadas con referentes reales que eran sus lugares de rodaje. Hoy en día, con todo tipo de medios informáticos y técnicos a disposición de los estudios y con el croma por todas partes, no hay quien se crea que lo que se ve en pantalla en una tierra fantástica llena de peligros, aventuras y seres fantásticos.<br />
Hecha esta reflexión, que sirve también para la película a comentar, El séptimo hijo no tiene por donde la coja un perro y falla en todo aquello en lo que aquellas fantasías ochenteras salían victoriosas. La historia... ya no solo es que sea calcada a la de otras ficciones, sino que está contada con notable anemia narrativa y una alarmante desidia. Es como si ninguno de los implicados se hubiera molestado lo más mínimo en poner algo de pasión al proyecto o de insuflarle interés. Todo, absolutamente todo lo que va a pasar, se adivina desde el comienzo de la película. No hay ninguna sorpresa, la intriga es de patio de colegio, los personajes son un conjunto de topicazos andantes y no existe un guión auténtico, sino más bien un conjunto de frases dee sas supuestamente molonas que los actores han de recitar con cara de estar diciendo algo importante y con música machacona recalcando el momento. Todo eso es El séptimo hijo, sumado con unos efectos visuales justitos y muchos momentos bastante risibles.<br />
Julianne Moore, en el año en que seguramente va a llevarse el Oscar por Siempre Alice y en el que ha brillado con Maps to the stars, se apunta a este disparate en la piel de una bruja steampunk que, ¡oh, pobrecita!, arrastra un trauma amoroso del pasado y por eso es mala... no nos suena de nada, ¿a que no? ¿Y a que nadie adivina ni en sus mejores sueños quién fue quien le hizo tanto daño en el pasado? En fin.... junto a Moore, Jeff Bridges se pasea por allí con pintas de científico loco y recitando las farses de galleta china de la suerte ("No soy como tú" "Pero lo serás", entre otras lindezas) con cara de no saber muy bien qué hace allí o cuando llega el momento de ir a cobrar el suculento cheque que debieron ofrecerles a Moore y a él (si no no se entiende que se hayan prestado. No mejora mucho la cosa con los dos jóvenes protagonistas. Alicia Vikander tiene literalmente la misma cara de pan durante toda la película y no mueve ni un músculo para expresar emoción alguna. Ya puede espabilar para lo que se le viene encima en los próximos años (así a bote pronto está en proyectos como The Man from U.N.C.L.E y lo nuevo de John Wells, Tom Hooper o Derek Cianfrance). Ben Barnes se esfuerza un poco más, pero el chico no tiene demasiado que ofrecer como actor más allá de su bendecido físico.<br />
En definitiva, un despropósito con patas, un ejemplo de vagancia narrativa y una película directamente muy olvidable y lamentable.<br />
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Lo mejor: Entretiene moderadamente.<br />
Lo peor: Es cutre, sosa, todo se adivina desde el primer minuto y los actores dan pena (unos por una cosa y otros por otra).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-11217193697109146002015-01-15T14:46:00.002-08:002015-01-15T14:47:49.785-08:00La teoría del todo (The theory of everything, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/La_teor_a_del_todo-567835219-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/La_teor_a_del_todo-567835219-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;"><br /></span>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Stephen Hawkins merecía una película. Lo que extraña es que no haya llegado antes.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">James Marsh apunta directo a la temporada de premios con un biopic de libro que guarda muchísimias similitudes con una ganadora de hace años, Una mente maravillosa. Es, como decíamos, un biopic al uso, lleno de tópicos, visualmente elegante, con estructura lineal, gran nivel de producción, etc. Y sobre todo es un espectáculo medido al milímetro para acercarse a los grandes premios de la temporada. Esta es una de esas historias que entusiasman a académicos y críticos, y la película va a por ese objetivo sin disimulo y con todas sus cartas sobre la mesa. El problema es que el guión, maduro, inteligente, convencional pero efectivo, resulta demasiado errático en su primer tercio (la presentación de Hawkins y la descripción de su romance con Jane es muy rápida y las escenas parecen avabadas a medias) y sobre todo demasiado frío. Hasta llegar al final no existe demasiada emotividad en las escenas, y la que hay viene directamente de los intérpretes. El resultado es bueno, pero no es maravilloso porque falta esa conexión emocional con los espectadores partiendo de las escenas y las frases, cosa que sí tenía la citada Una mente maravillosa, que en geenral es una película mucho menos lograda que La teoría del todo, mucho más entretenida y mejor hecha.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Pero la película es Eddie Redmayne. Si no lo comocían apunten su nombre y si pensaban que era solo uno más de los actores jóvenes que intentan asomar la cabeza por el star system hollywoodiense, piénsenlo otra vez. Lo que hace Redmayne es digno de todos los halagos y premios que existan en el mundo y merece una comparación, y esto es muchísimo decir, con el Daniel Day-Lewis de Mi pie izquierdo. Una vez la enfermedad comienza a hacer presa de Hawkins, Redmayne alcanza la gloria del más difícol todavía, sentado en una silla, teniendo que adoptar las posiciones corporales del científico, hablando poco y dificultosamente o directamente sin hablar en el tercio final, expresándolo todo con la mirada y la sonrisa. En una palabra, admirable. O en varias, extraordinario, memorable y premiable al 100%. Imposible olvidarse de Felicity Jones, ya maravillosa en The invisible woman, Albatross o Like crazy, que sigue su imparable ascención al Olimpo a base de esfuerzo, buen trabajo y una capacidad ilimitada para emocionar (ver cuando intenta trabajar con Redmayne en su recuperación mediante una pizarra con letras y colores, o cada una de las escenas en que habla con los médicos).</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Son ellos quienes dotan a la película de una emotividad palpable y necesaria que debería haber estado presente en todo el metraje por obra y gracia del guión. No es así, pero igualmente nos alegramos de haber asistido a la narración de una historia de superación tan extraordinaria.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white;"><br style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;" /></span>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo mejor: Eddie Redmayne, monumental, alma y corazón de la cinta, sin olvidar a la increíble Felicity Jones.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo peor: Le falta un pasito para ser sobresaliente, y ese pasito es emotividad en el guión (toda la que hay la ponen Redmayne y Jones).</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-89126030269062175952015-01-15T14:43:00.003-08:002015-01-15T14:43:45.373-08:00La isla mínima (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/La_isla_m_nima-276450591-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/La_isla_m_nima-276450591-large.jpg" height="320" width="224" /></a></div>
<br />
<br />
Se ha dicho que La Isla Mínima es como True Detective. Y es verdad.<br />
El tono es ciertamente similar. Historia de detectives, sí. Trama criminal. Un asesinato espantoso sin resolver. Thriller policiaco pero con mucho aire de western, con ese pueblo lleno de lugares aislados, de gentes de pocas palabras, de rincones oscuros, en el que los personajes hablan a veces con muy pocas palabras o hay prolongados periodos de silencio, en los que los policías interrogan con brutalidad y los lugareños callan. Sin embargo, ahí no queda la cosa. La Isla Mínima es rabiosamente española, está impregnada de nuestra idiosincrasia y es un ejemplo de película que funciona a la perfección en todos sus aspectos. Tiene un guión simple y llanamente glorioso, seco, duro, terribl y a la vez lleno de elegancia y belleza, y un diseño de los personajes dos protagonistas que es un regalo para el espectador más exigente. La relación entre Juan y Pedro es fascinante, su investigación lo es todavía más, y el ambiente del pueblo, con esa dirección artística excelente y esa fotografia de tonos amarillentos, refleja a la perfección el ambiente malsano y peligroso de toda la trama criminal.<br />
Con el sello ya inconfundible de Alberto Rodríguez, La Isla Mínima es como la hermana mayor de Grupo 7, con sus mismas virtudes, pero ampliadas y mejoradas, y con menos defectos. Ya no hay historia de amor superflua o personajes que no importan en la trama. Sí persiste una cierta irregularidad en las diversas escenas, siendo unas casi una pieza de museo y otras directamente prescindibles. Pero sin duda La Isla Mínima es puro cine, cine en estado auténtico y original,y Rodríguez está alcanzando categoría de maestro en esto del thriller. Todo el tercio final es de antología, quizás el mejor segmento de un thriller jamás hecho en España. De hecho, es posible que la película sea el mejor thriller hecho en España.<br />
Para disfrutarla y paladearla como ejemplo del enorme talento que hay en nuestro país, detrás y delante de las cámaras. Talento como el de Raúl Arévalo, una vez más enorme en un personaje que domina a la perfección, o como el de un inmenso Javier Rodríguez. El ferrolano ofrece una interpretación monumental que no recuerda a nada que haya hecho antes, ni en Águila Roja ni en Un franco 14 pesetas ni en teatro. Y esa versatilidad a prueba de balas (nunca mejor dicho) solo la tienen los mejores. Y Gutiérrez lo es.<br />
<br />
Lo mejor: La tensión, asfixiante sin necesidad de derrochar acción o tiroteos, y el excelso trabajo de Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo.<br />
Lo peor: En realidad nada que importe, salvo que es un poco irregular en su primer acto.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-69248846081164984262015-01-13T14:25:00.000-08:002015-01-13T14:25:39.804-08:00Whiplash (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Whiplash-344887410-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Whiplash-344887410-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Whiplash es una sorpresa. O quizás no tanto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Damien Chazelle repite aquí muchas de sus obsesiones de
Grand Piano. De nuevo aparecen la música y un músico como protagonista y la
primera sirve como máxima expresión de los sentimientos y miedos del segundo.
Pero afortunadamente esta vez Chazelle no tiene que idear un misterio (cosa que
en Grand Piano se le iba de las manos) y se centra en la comedia dramática. Eso
no quita para que la cosa no tenga tensión. De hecho, cada uno de los cara a
cara entre Andrew y Fletcher y las interpretaciones del primero a la batería
están impregnadas de un peculiar suspense que engancha al espectador. La
historia del maestro y el alumno enfrentados está más vista que el tebeo y hay
partes superfluas que no aportan nada (como la relación entre Andrew y Nicole),
pero Chazelle la cuenta de una manera que hace que sea imposible despegar los
ojos de la pantalla, con un montaje soberbio a cargo de Tom Cross y una
maestría en los diálogos difícil de encontrar en un guionista tan joven
(Chazelle nació en 1985). Su realización también rebosa energía y sabiduría
(ver los planos que van de Andrew a Fletcher en la interpretación final) y todo
el tercio final, prácticamente sin palabras, es puro cine, de ese que hay que
ver y que crea felicidad en el espectador por lo bien que encajan todas las
piezas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Por supuesto, hay que destacar el trabajo de JK Simmons,
absolutamente enorme en la piel de un personaje odioso cuyo abusivo
comportamiento no tiene ninguna justificación. Merece todos los premios que ha
logrado por esta película, porque es un ejemplo de presencia arrebatadora y
ninguna sobreactuación, cuando lo más fácil era pasarse de la raya. Pero es
absolutamente injusto que no se esté alabando por igual a Milles Teller. En un
caso parecido al de Will Forte en 2013, cuando solo Bruce Dern se llevó los
halagos y los premios por Nebraska, Teller lleva el peso dramático a la par con
Simmons, da perfectamente el tipo de pringado jovenzuelo y su transformación y
reflejo de su orgullo hacia el tercio final resultan absolutamente creíbles
gracias a sus ojos, sus manos y su entusiasmo. Ignorarlo como se está haciendo
es una de las mayores injusticias de los últimos años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo mejor: JK Simmons y Miles Teller<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Lo peor: No es una obra maestra y resulta en exceso tópica<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-42403877560481131412015-01-10T08:04:00.000-08:002015-01-10T08:04:11.698-08:00Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia) [Birdman or (The Unexpected Virtue of the Ignorance), 2014]<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Birdman_o_la_inesperada_virtud_de_la_ignorancia-594952048-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Birdman_o_la_inesperada_virtud_de_la_ignorancia-594952048-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
<br />
Birdman es un milagro. Una pequeña gran maravilla.<br />
Alejandro González Iñárritu deja de lado su clásico cine de problemáticas humanas y grandes tragedias (donde ha conseguido excelsos resultados. Amores perros, 21 gramos, Babel, Biutiful... ¡vaya lista de cine puro!) para entrar de lleno en una comedia dramática que resulta ser una de las piezas cinematográficas más curiosas y decididamente brillantes de 2014. Quizás consciente de que su estilo de siempre de Dios omnipotente castigando sin compasión a los personajes resultaba demasiado denso y complicado para ciertos espectadores, Iñárritu propone con Birdman una historia igualmente compleja y llena de matices, pero contada con más sencillez (ojo, que no simplicidad) y sobre todo con un tono más ligero. Es muy agradable de ver, divierte en muchos momentos y rezuma una agradecida mala baba contra el cine de superhéroes, Hollywood y el fenómeno fan (ver cuando el protagonista debe firmar un autógrafo a un admirador en mitad de Times Square en condiciones... digamos singulares). Es Birdman, por tanto, una fábula sobre la cara más amarga y absurda sobre Hollywood y la fama, sobre lo que hay debajo de las luces y el glamour, pero contado de forma nada traumática y con mucha, muchísima ironía, conceptos hasta ahora nunca asociados al cine del realizador mexicano. Ayuda contar con un guión como el que tiene Birdman, repleto de diálogos maravillosos, en el que todo funciona a la perfección, consiguiendo lo que pretende siempre en el momento justo (las risas, los nudos en la garganta de los espectadores, la pena, la alegría), haciendo de la cinta una de las dos o tres mejores de 2014 sin duda por conseguir precisamente eso: ser casi casi perfecta en todo lo que se propone.<br />
Por supuesto, no se puede pasar por alto la labor tras la cámara de Iñárritu, y muy en especial ese (falso) plano secuencia con el que dirige toda la película (¿influencia quizás de su amigo Alfonso Cuarón, que hizo lo mismo en Gravity e Hijos de los hombres?), pero no sería justo quedarse únicamente con eso porque el azteca demuestra también que sigue siendo un maravilloso director de actores capaz de sacar lo mejor a los intérpretes. No hay más que ver lo que ha conseguido con Michael Keaton, felizmente recuperado y absolutamente soberbio en la piel de ese Riggan Thompson deseoso de conquistar de nuevo la cima del éxito profesional. Entre alucinación y alucinación con el superhéroe pájaro, Keaton ofrece un arco dramático memorable que merece todos los halagos y premios del mundo. O con Zach Galifianakis, en la primera interpretación que se le recuerda en la que no resulta irritante (de hecho está fantástico). O con Naomi Watts, que siempre está estupenda, pero que en este año ha demostrado aquí y en St. Vincent que tiene mucha más madera de comediante de la que se podía pensar y que está la mar de cómoda también como secundaria de lujo. O Emma Stone, maravillosa, carismática, malhablada, todoterreno (va camino de convertirse en una suerte de Amy Adams o Maggie Gyllenhaal, es decir, una actriz que vale para todo). O Edward Norton, tipo conflictivo donde los haya detrás de las cámaras y genio indiscutible delante de ellas cuando acierta con el proyecto, como aquí.<br />
En definitiva, una de las mejores películas del año sin duda y un ejercicio de originalidad y brillantez por parte de Iñárritu. Qué bien le ha sentado dejar la tragedia por un rato.<br />
<br />
Lo mejor: Casi todo, y muy especialmente el reparto (con un superlativo Michael Keaton a la cabeza), el plano secuencia magistral de Iñárritu y su sentido del humor.<br />
Lo peor: Es algo pretenciosa en sus intenciones.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-12437655834912771182015-01-08T14:49:00.000-08:002015-01-08T14:49:30.017-08:00Big Eyes (2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Big_Eyes-906876044-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Big_Eyes-906876044-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
Big eyes es la película más "normal" de Tim Burton en... ¿años? ¿toda su carrera entera? El caso es que cuesta recordar una película del creador de Pesadilla antes de Navidad que esté ambientada en el mundo real, en un tiempo real y que no tenga ni rastro de su personalísimo estilo gótico ni sus habituales argumentos fantásticos.<br />
Big eyes es quizá esa película que esperaban los que se preguntaban si Burton servía para algo lejos de la fantasía o la adaptación de material ajeno. O a lo mejor no, vista la tibia recepción crítica y comercial con que se ha topado. Reacción bastante injusta, por cierto, porque Big eyes es una película, en una palabra, maravillosa. En su afán por contar la historia de Margaret y Walter Keane, Burton esconde tras la guerra pictórica que emprenden un amargo retrato de la convivencia matrimonial, del engaño y de la falsedad entre dos personas que supuestamente se quieren y comparten su vida juntos. La película funciona a la perfección en lo que pretende, que es contar una historia real sin faltar al entretenimiento y a la emoción, y de ambas cosas está sobrada gracias a su ajustado metraje (unos estupendos 100 minutos) y a un guión muy bien escrito y lleno de momentos emotivos, divertidos y bien planteados. Se va a considerar una obra menor dentro de su filmografía, seguramente, y en realidad es una película sencilla, pero a veces lo más sencillo es lo que mejor funciona y Big eyes funciona de maravilla, combinando drama y comedia y acumulando momentos que se quedan en la memoria, como el ejemplar cortejo de los dos protagonistas, la primera vez que Walter se apropia del trabajo de su mujer, la huida de Margaret con su hija y por supuesto el juicio.<br />
En lo que sí que no hay discusión es en la excelencia de sus dos protagonistas. Christoph Waltz sigue demostrando ese carisma sin límites que posee y esa capacidad para acometer todo tipo de personajes, aunque parezca empeñado en acumular villanos en su curriculum. Escenas como la del juicio, cuando Walter ejerce como su propio abogado, deberían bastar para conseguirle todos los premios del año si la competencia no fuera tan fuerte. Amy Adams, por su parte, también sigue con su egoísta acumulación de personajes inolvidables de todo pelaje y condición que ella acomete con una profesionalidad y un talento que deberían ser ejemplo para todas las actrices que la rodean. Juntos, además, Waltz y Adams despliegan una química juntos absolutamente maravillosa.<br />
En definitiva, una película casi redonda que funciona a la perfección dentro de sus planteamientos y demuestra que Burton se puede manejar igual de bien en un cine más convencional que en sus habituales cuentos góticos y bizarros. Y en ambas tendencias sigue haciendo películas excelentes y siendo uno de los directores más personales y originales que trabajan actualmente.<br />
<br />
Lo mejor: Casi todo y muy especialmente su gran pareja protagonista<br />
Lo peor: No puede sacudirse de encimaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202776185568426022.post-71714276935281837922015-01-08T14:00:00.003-08:002015-01-08T14:01:04.032-08:00Invencible (Unbroken, 2014)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Invencible_Unbroken-846251381-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://pics.filmaffinity.com/Invencible_Unbroken-846251381-large.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;"><br /></span>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">¿Lo escuchan? Son los tambores de guerra, acercándose, acechando, tocados por una buena parte de la crítica dispuesta a despellejar a Angelina Jolie por haberse atrevido a dar el salto a la dirección y por ser una sex-symbol durante muchos años.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Después de un debut discreto con En tierra de sangre y miel, la flamante señora de Pitt apuesta a caballo ganador con una historia de tantas de superación humana y de loa al espíritu conciliador del hombre. Olía a premios, los premios que por ahora no está recibiendo, y con toda la justicia del mundo, porque Invencible es una película pasable y poco más. Y que conste que no es por culpa de Jolie. Sin necesidad de ser ninguna virtuosa de la cámara, lo cierto es que la oscarizada actriz de Inocencia interrumpida no dirige nada mal. Maneja a sus actores con brío (especialmente a Jack O'Connell, que está estupendo en la piel de Louie Zamperini) y tiene un estilo poco claro y en absoluto innovador o personalísimo pero más que correcto para un film de estas características. El problema es la película en sí. O más que la película, el guión. Escrito por unos tales Richard LaGravenese, Ethan Coen y Joel Coen (¿les suenan de algo?), el libreto es frío y poco emocionante, y eso es ciertamente grave teniendo en cuenta que se trata de la historia real de un atleta olímpico que es capturado en la Segunda Guerra Mundial y torturado en un campo de prisioneros japonés. Pase lo que pase en pantalla el espectador se queda frío durante demasiados minutos. Porque son demasiados. Se va Jolie más allá de las dos horas para contar esta historia, extendiendo innecesariamente partes como la de la odisea a la deriva por el océano de Zamperini y sus dos compañeros. Así, Invencible queda al final como una película más o menos correcta, con un buen nivel de producción y una directora voluntariosa, pero bastante plana en su descripción de los hechos y con poca capacidad emotiva.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Próxima parada: By the sea. Jolie y Pitt juntos y revueltos de nuevo, él como productor, ella como directora y ambos como protagonistas. Veremos qué sale de ahí.</span><br />
<span style="background-color: black;"><span style="color: white;"><br style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;" /></span></span>
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo mejor: Jack O'Connell y la recreación del campo de prisioneros.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 22px;">Lo peor: No aporta nada nuevo ni al biopic ni a las historias sobre presos políticos y solo emociona al final, cuando se recurre a imágenes de archivo y rótulos para explicar el final de la historia.</span>Unknownnoreply@blogger.com0